Columna Camina Conmigo

El coronavirus ¿un virus de miedo?

Ya he hablado de esto en otra ocasión, la pandemia ha crecido, ya se vio el primer caso de fallecimiento en México por el Coronavirus-19, el 19 de marzo, un hombre de 41 años que estaba internado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) en Ciudad de México (CdMx) internado desde el 9 de marzo, sin embargo, la víctima padecía de obesidad y diabetes; se dice que el 3 de marzo asistió a un concierto de rock en el Palacio de los Deportes de CdMx, y las probabilidades de contagio en el concierto son fuertes pues ahí había personas de otros países, su diabetes ayudó a que el Coronavirus 19 agravará más su condición física.

Algunas personas en las redes sociales hablaron de mi postura que este virus está creado para matar a los más desfavorecidos, o sea a los más pobres. Cuando me referí a que la enfermedad está diseñada para matar gente pobre, es porque los pobres tienen menos acceso a la medicina y al cuidado hospitalario, los ricos, por su parte, ellos pueden acudir a un hospital privado y tener todos los servicios y medicamentos a la mano, pues tienen la facilidad económica para comprarlos.

Y el 21 de marzo la filósofa y teórica feminista Judith Butler habló sobre el COVID-19 y dijo: “El virus no discrimina, sentencia, detallando que afecta a todas las personas por igual, y que la comunidad humana es igualmente precaria. Sin embargo, el fracaso de algunos estados o regiones para prepararse por anticipado, el refuerzo de las políticas nacionales y el cierre de fronteras, junto con la llegada de emprendedores ávidos de capitalizar el sufrimiento global, testimonia la velocidad con la cual la desigualdad racial y explotación capitalista encuentra formas de reproducirse y fortalecer sus poderes al interior de las zonas de pandemia. La desigualdad social y económica se asegurará de que el virus discrimine. El virus por sí mismo no discrimina, pero nosotros humanos seguramente lo haremos, formados y animados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia, y el capitalismo“.

Ahora, viene las compras de miedo, donde vemos a personas comprando y vaciando los estantes de los supermercados por miedo a la situación, porque la pandemia nos pide tener una cuarentena, pero ¿será cierto eso? Lo que pide es que evitemos estar en lugares con mucha gente, que evitemos precisamente el delirio colectivo, que no veamos cosas amarillistas que usan el miedo para poder hacer que sus redes (de miedo) se expandan, ¿y quienes ganan? Los empresarios, pues se meten mucha lana por el miedo a lo que ha de pasar.

Sin embargo, es tremenda la tasa de crecimiento del virus, es verdad que no ha matado como otras pandemias, pero ¿para qué esperar que lo haga? Y es que vuelvo a lo mismo, el virus está hecho para matar al pobre, no sólo económico, sino de mente, esos que les vale y hacen sus reuniones y van a lugares llenos de personas, y es que, aunque en Tamaulipas van cinco casos positivos, cinco sospechosos y veintinueve negativos, la gente sigue haciendo de su vida un pepino, y está bien, pero no a riego de los demás.

Sin embargo, yo sigo pensando que esto es más una forma de hacer algo turbio en el mercado mundial, algo que tiene que ver con los más ricos, con los gobiernos y con los poderosos; no descarto la idea de hacer la cuarentena, pero también, entender que la limpieza es importante, y la economía colapsará su seguimos en este rumbo.

Por lo demás amigos míos, por ahora caminen conmigo con 2 metros de distancia, digo, desde esos metros les mando un abrazo cálido, pero por ahora a cuidarnos todos y todas.

Columna camina conmigo