La vulva es una de las partes más delicadas del cuerpo femenino. Para mantenerla sana hay que darle cuidados que, aunque no son nada fuera de este mundo, muchas veces se desconocen: evitar el uso de jabones y desodorantes íntimos, usar ropa interior de algodón, cuidar que tus manos y las de tu pareja estén limpias antes del sexo y evitar a toda costa el uso frecuente de jeans ajustados.
Existen varios padecimientos que podrían afectar tu zona íntima si no se le cuida adecuadamente. Uno de ellos es la vulvodinia, un dolor crónico alrededor de la vagina que podría durar algunos meses como mínimo.
Aunque no existe una causa identificable, un estudio reveló que los malos hábitos de higiene, la eliminación del vello púbico y el uso de ropa ajustada duplican el riesgo de padecerla.
Investigadores de la Universidad de Boston compararon los hábitos de cuidado íntimo de 223 mujeres diagnosticadas con vulvodinia y 221 mujeres de la población en general.
El estudio reveló que las mujeres que usaban pantalones ajustados cuatro o más veces por semana tenían el doble de posibilidades de padecerla, a diferencia de aquellas que casi no lo hacían.
Además, se mostró que el 70 por ciento de las encuestadas depilaba su zona íntima, sin embargo, sólo las que retiraron el vello del pubis mostraron un 74 por ciento más de posibilidades de padecerla que las que sólo retiran el de la zona del bikini.
A diferencia de lo que nos enseñó Sex and The City, en el capítulo en el que la vagina de Charlotte “está deprimida”, la vulvodinia puede ser tan molesta que podría afectar las actividades más normales del día a día, cómo caminar, estar sentada por largos periodos de tiempo y tener relaciones sexuales.
Así que la próxima vez que sientas que es hora de retirar tu vello púbico, recuerda que está ahí por una razón. Ningún estándar de belleza impuesto vale más que tu salud. Asimismo, evita utilizar con frecuencia pantalones ajustados y dale una oportunidad a los boyfriend jeans, mom jeans y a los culotte, que además de verse increíbles te harán sentir más cómoda y correr menos riesgos.
