Un hombre de Tennessee, condenado por un doble asesinato, fue ejecutado en la silla eléctrica en Estados Unidos, después de insistir en que se le aplicara este inusual método en lugar de la inyección letal.

Edmund Zagorski, de 63 años, fue el primer convicto de Estados Unidos en morir sin la la inyección en cinco años.

Zagorski fue condenado a muerte por el asesinato en 1983 de dos hombres a los que atrajo a una zona boscosa con la promesa de venderles mariguana.

Los cadáveres de las víctimas fueron encontrados dos semanas después, fusilados y degollados. Una apelación de 11 horas ante la Corte Suprema de los Estados Unidos fue denegada. Sólo nueve estados de Estados Unidos siguen usando la silla eléctrica como una forma de pena capital.

En Tennessee el método no se usaba desde 2007.  El Departamento de Correccionales del estado del sur dijo que la ejecución se llevó a cabo “de acuerdo con las leyes” de Tennessee.

Zagorski fue declarado muerto a las 7:26 horas locales. Pidió como comida final nudillos de cerdo en escabeche y colas de cerdo.