Sangrado uterino anormal y sus orígenes

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Por: Notiese

El sangrado uterino anormal puede presentarse en la adolescencia, en la etapa reproductiva o en la menopausia. Por lo menos una vez en la vida, una de cada dos mujeres habrá tenido un periodo de hemorragia uterina.

De acuerdo con José Roberto Silvestri, médico ginecólogo obstetra, la hemorragia uterina anormal consiste en un sangrado abundante que persiste por más de tres meses consecutivos.

El especialista explicó a LetraeSe que la menstruación normal se presenta cada 21 o 35 días; la cantidad de la menstruación debe ser de entre 35 y 80 ml, con una duración mínima de tres días y máxima de cinco. Cualquier variación fuera de estos rangos se considera anormal, sobre todo si se repite mes tras mes.

Silvestri, especialista en cirugía endoscópica ginecológica del Instituto Nacional de Pediatría, puntualizó que el problema no radica en la cantidad de sangre que se pierde, sino en la anormalidad del sangrado ya que ésta puede ser causada por diferentes enfermedades, algunas de ellas crónicas.

Orígenes diversos

Silvestri, quien también pertenece a la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, explicó que las hemorragias pueden ser causadas por una disfunción ovulatoria, (anormal o irregular). Para llegar a este diagnóstico se requiere conocer los niveles hormonales para saber con precisión la disfunción e inducir a la ovulación normal.

La hemorragia uterina puede generarse por pólipos (crecimiento de tejido), miomas (tumores que crecen en la matriz) o por hiperplasia endometrial, que consiste en un crecimiento excesivo de las células del endometrio, la capa superficial del útero.

La endometriosis se genera por la elevación constante de estrógenos y la insuficiencia de progesterona. Este padecimiento puede ocasionar hemorragia uterina, además se asocia con el síndrome de ovario poliquístico, padecimientos que deben atenderse de forma oportuna.

El sangrado uterino anormal también puede ser reflejo de trastornos que afectan el proceso de coagulación normal en la sangre, donde se ven afectadas las plaquetas y proteínas plasmáticas que evitan un sangrado.

Las atrofias son otra causante de este padecimiento, ya que existe una disminución importante del tamaño de la célula del útero, lo que provoca una reducción del tamaño de ese órgano y con ello síntomas como sangrado.

El especialista remarcó que es fácil evitar que la mujer continúe perdiendo sangre cuando el médico establece un diagnóstico, de forma que se evitan riesgos por hemorragias.

Hemorragia a diferentes edades

Las hemorragias son diferentes en la adolescencia y en la menopausia, de tal forma que en cada grupo existe predisposición a ciertas enfermedades. La causa más frecuente del sangrado después de la menopausia es por atrofia ya que las mujeres dejan de tener el estímulo hormonal y esta insuficiencia provoca que se adelgace el endometrio.

De acuerdo con el especialista, la causa más grave de sangrado en la menopausia es el cáncer de endometrio y es lo primero que se debe descartar; para ello se necesita un correcto historial clínico que permita evaluar factores de riesgo, además se requiere de un ultrasonido para observar la parte interna del endometrio, y después, realizar una biopsia para identificar si hay algún patógeno.

Cuando se presenta sangrado anormal en la adolescencia, se deben sospechar problemas de coagulación; si no es el caso, es probable que sea consecuencia de una disfunción ovulatoria o disfunción endometrial.

El sangrado uterino anormal debe atenderse de forma oportuna, ya que puede ser el resultado de afecciones más graves que pongan en riesgo la salud de las mujeres y traer complicaciones en su vida diaria. Por ello, sin importar la edad, se debe prestar atención cuando se observe un cambio en el sangrado, ya que es necesario acudir con un especialista para identificar la causa de la alteración.

Ante una hemorragia uterina se debe hacer un estudio de biometría hemática para saber el grado de afección que ha provocado el sangrado. Aunque no se presente anemia, es indispensable acudir con un especialista para obtener un diagnóstico acertado que permita conocer el origen del sangrado uterino, debido a que el tratamiento se dará de acuerdo con la afección que se tenga.

Silvestri explicó que la capacidad que tiene el cuerpo para restablecer la hemoglobina depende de muchos factores como la duración del sangrado, la nutrición y la reserva de hierro de la mujer; en algunos casos estos factores pueden compensar la hemorragia uterina. Sin embargo, es importante conocer la cantidad de hemoglobina en la sangre para evaluar un posible cuadro de anemia.

Si se presenta una alteración en el patrón menstrual se debe ir con el especialista para que éste pueda identificar el origen del sangrado, por ello, no se recomienda esperar a que se detenga el flujo sanguíneo para solicitar una revisión ginecológica.