De acuerdo con cifras de La Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial entre el 15 % y el 30 % de las mujeres que dan a luz por primera vez tienen 35 años o más. El porcentaje crece en promedio 2.5 % anualmente y por ello los investigadores se han enfocado en estudiar la menopausia prematura y en avalar los distintos métodos para retrasarla de ser necesario.
Entre la diversa bibliografía actual, destaca una investigación de la Universidad de Leeds en Reino Unido —publicada en Journal of Epidemiology and Community Health— en la cual se afirma que una dieta rica en legumbres frescas y pescados grasos retrasa la llegada de la menopausia de forma natural.
Para este estudio, especialistas en nutrición y salud femenina monitorearon el estado físico de más de 9 mil mujeres entre los 40 y 65 años de edad. A todas se les siguió por cuatro años y prestaron especial atención a su dieta: la frecuencia con la que consumían alimentos recomendados y el tamaño de las porciones.
Conforme avanzaba el estudio, algunas mujeres salieron de la investigación por factores externos y ajenos al monitoreo planeado: algunas quedaron embarazadas y a otras les fue inducida la menopausia por recomendación de un especialista luego de un diagnóstico personalizado.
Así pues, la población final del estudio fue de 914 mujeres, a quienes se les aconsejaba una dieta rica en vegetales y carnes blancas, sin embargo, no se les obligaba a seguirla al pie de la letra.
Luego de revisar en cada mujer los factores socioeconómicos y antecedentes genéticos en el historial médico, se develó un hallazgo prometedor producto del régimen de alimentación: las participantes que incrementaron a 71 gramos su consumo de legumbres frescas y hortalizas lograron retrasar un año la llegada de la menopausia en comparación con aquellas que optaron por 50 gramos o menos.
Aún más, aquellas que tenían la misma ración de legumbres, pero habían apostado además por priorizar el consumo de mínimo 85 gramos de pescado graso durante el día, lograron retrasar la menopausia hasta 3 años.
Cabe resaltar, que las mujeres que consumieron más pasta refinada o arroz (unos 75 gramos al día) que legumbres, presentaron su menopausia un año antes que aquellas que combinaron generosas porciones de vegetales y pescado.
La Dra. Yashvee Dunneram —una de las líderes del estudio — recalcó que la investigación es la primera en su tipo dentro de Reino Unido y si bien, las cantidades de legumbres y carnes blancas en la dieta diaria debe ser consultada de manera individual, es un hecho que ambos tipos de alimentos contienen antioxidantes, zinc y vitamina B6, esenciales para retrasar el envejecimiento folicular:
«Este estudio reafirma que la dieta juega un papel fundamental en los procesos hormonales. Darle prioridad a los alimentos mencionados es algo que los involucrados en salud pública deben comenzar a tomar en cuenta al momento de tratar las etapas previas a la menopausia».
Dunneram también reitera que su investigación tiene más base observacional y estadística, por lo que ella y su equipo continúan buscando una relación directa de la dieta con los cambios hormonales que existen en la menopausia.
Por otro lado, el estudio asegura que sólo un especialista debe decidir si se induce la menopausia mediante un tratamiento específico o no. Aunque de manera natural la dieta puede resultar inofensiva, Dunneram recordó que las mujeres con un inicio tardío de la menopausia tienen un mayor riesgo de cáncer de mama, endometrio y ovarios.
Es imprescindible que con los primeros síntomas de menopausia, un chequeo individual sea llevado a cabo para tomar acciones pertinentes en alimentación, rutina y estudios específicos cuando sean necesarios.
