La muerte de una mascota puede ser terriblemente dolorosa para un niño que crea lazos muy fuertes con su amigo. Jennarae Goodbar, de 12 años, es el claro ejemplo de la extraordinaria relación que existe entre un perro y su amo, pues la pequeña no pensó ni un segundo en arriesgar su vida para salvar a Cash de ser atropellado. Pero el riesgo fue en vano, pues ambos murieron arrollados.
Goodbar vivía en Rockbridge County, Virginia, donde creció como una apasionada de la caza y ahorró durante mucho tiempo para comprarse a Cash y entrenarlo para eso.
Este fin de semana la pequeña y Cash salieron a entrenar como cualquier otro día en el jardín de su casa, cuando el perro se distrajo y corrió alejándose de Jennarae sobre una avenida muy transitada.
En medio de la desesperación por salvar a su mascota, la pequeña lo persiguió y cruzó la Ruta 60 sin fijarse y un auto que circulaba por la transitada vía, no alcanzó a frenar y arrolló a la niña y al perro; el conductor era amigo de la familia.
Tras el trágico accidente la familia de Jennarae decidió que la niña y Cash sería enterrados juntos, por lo que la madre creó una petición en GoFoundMe para obtener recursos para el funeral.
