Museo de La Quemada se renueva convirtiéndose en un museo de sitio

CIUDAD DE MÉXICO.- Concebido originalmente como un recinto de carácter regional que promovía las culturas prehispánicas del estado, a 25 años de su creación el Museo de La Quemada se renueva convirtiéndose en un museo de sitio, cuyo nuevo guion científico y museográfico plasma las investigaciones generadas en los últimos 20 años en la zona arqueológica y exhibe una colección de piezas, en gran medida, inédita.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), celebra la reapertura de este espacio que constituyó uno de los primeros recintos que mostraron la herencia cultural del norte del país. Cabe recordar que, en agosto de 2019, el Instituto y el Gobierno del Estado de Zacatecas signaron un convenio de colaboración para la operación y funcionamiento de la unidad de servicios y del museo de sitio.

Al inaugurar el Museo de Sitio de La Quemada, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, expresó que su renovación estuvo precedida por un trabajo de mantenimiento integral del edificio, así como la adaptación y acondicionamiento de los espacios para garantizar la accesibilidad universal, lo cual se replica en la zona arqueológica, misma que también reabre a la visita estrenando señalética.

Acompañado del gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, el antropólogo sostuvo que la renovación de este recinto, al que calificó como el más vanguardista entre los museos de sitio de carácter arqueológico en México, es ejemplo de que el INAH no ha detenido un solo instante su tarea cultural desde hace un año, cuando arrancó la Jornada Nacional de Sana Distancia.

Así como se inauguró recientemente el Pabellón de la Reina Roja en el Museo de Sitio de Palenque, y se atiende el patrimonio del sureste, dijo, el Instituto continúa poniendo en valor el patrimonio de todas las regiones, incluido el norte, donde Zacatecas ya está dando pasos importantes hacia la reapertura ordenada y prudente de su vida social, cultural y turística.

Por su parte, el mandatario estatal, Alejandro Tello, recordó que durante su gestión aumentó la oferta de sitios arqueológicos en la entidad, como fue el caso de El Teúl y Las Ventanas, en los municipios de Teúl de González Ortega y Juchipila, respectivamente. En lo que respecta al Museo de Sitio de La Quemada, señaló que, a través del citado convenio, el Gobierno del Estado de Zacatecas transfirió su administración y operación al INAH, el cual hizo una inversión de siete millones de pesos para su rehabilitación y actualización.

El nuevo guion del espacio museístico, a cargo del director de la zona arqueológica, Carlos Alberto Torreblanca Padilla y su equipo, está dividido en ocho módulos que abordan la biodiversidad del Valle de Malpaso, la evolución del nombre del sitio y las investigaciones realizadas en el mismo, la arquitectura en el Cerro de los Edificios, la vida cotidiana, las tradiciones y la cosmogonía, así como las relaciones regionales y los procesos de rescate del pasado.

El titular del INAH destacó además el proyecto museográfico realizado por las coordinaciones nacionales de Obras y Proyectos, y de Museos y Exposiciones de la institución, en colaboración con el Centro INAH Zacatecas, el cual aprovechó elementos de la museografía original para enriquecerlos con recursos multimedia.

Por ejemplo, sobre una maqueta ya existente del Cerro de los Edificios, se desarrolla un interactivo que, a partir de la proyección de modelos de reconstrucción virtual, destaca la función y apariencia de las estructuras que se distribuyen en esta elevación. A su vez, la antigua sala introductoria fue equipada con nueva tecnología de audio y video, transformándola en un auditorio donde podrán realizase eventos académicos y culturales.

Tomando como inspiración el Salón de las Columnas, edificio emblemático de La Quemada, también se renovó la museografía de la sala de exhibición permanente, cuya nueva curaduría refleja los resultados de las últimas dos décadas de excavaciones arqueológicas y expone 76 piezas de lítica y cerámica, las cuales ahora podrán ser apreciadas desde todos sus ángulos.

El museo presenta además dos novedades: un módulo dedicado a la biodiversidad de la región —para lo cual el Museo de Historia Natural de la Universidad Autónoma de Zacatecas aportó ejemplos de su colección de taxidermia de fauna endémica—, y una sala de exposiciones temporales que se inaugura con la muestra Hierro y Bonilla, álbum fotográfico de las ruinas de La Quemada, compuesta por la serie de imágenes realizada por los científicos Ignacio Hierro y José Árbol y Bonilla, en 1892.

La sede del museo representó un ejemplo vanguardista en su concepción arquitectónica, al retomar características arquitectónicas y sistemas constructivos del asentamiento prehispánico, logrando una notable y respetuosa integración al paisaje cultural y natural en el que se encuentra inmerso, condición que conserva hasta nuestros días, de manera que sigue siendo un referente cuando de museos de sitio se trata.

En atención a los protocolos sanitarios de la nueva normalidad, el Museo de Sitio y la Zona Arqueológica de La Quemada abre de viernes a domingo, a partir de 2 de abril, de 9:00 a 16:00 horas (último acceso), y sus cierres se llevarán a cabo dos horas después. Es necesario recordar que, a fin de evitar aglomeraciones, el recorrido por el espacio será unidireccional, estableciendo capacidades máximas y tiempos de permanencia en cada una de sus áreas.

El acto de reapertura del museo de sitio y el estreno de la nueva señalética en la Zona Arqueológica de La Quemada, también estuvo presidido por el secretario de Obras Públicas de Zacatecas, Jorge Pedroza Ochoa; por la presidenta municipal interina de Villanueva, Daniela Corvera González; por el coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH, Juan Manuel Garibay López; y por los directores del Centro INAH Zacatecas y del sitio arqueológico, Carlos Augusto Torres Pérez y Carlos Torreblanca Padilla, respectivamente.

Breve historia del sitio

La Quemada es uno de los ejemplos más norteños de las grandes ciudades prehispánicas que ocuparon el actual territorio nacional, su auge se dio entre 600 y 900 d.C., siendo el asentamiento rector del Valle de Malpaso. Los restos de edificaciones como el Salón de las Columnas, la Plaza Principal, la Pirámide Votiva y la cancha del juego de pelota son testimonio de su importancia.

Las primeras noticias sobre estas ruinas datan del siglo XVI. Al paso de los años, varios exploradores y estudiosos del pasado visitaron el lugar considerándolo como un asentamiento azteca; en el siglo XIX, se realizaron importantes descripciones acompañadas de levantamientos topográficos y dibujos de las condiciones de sus edificios, pero fue hasta el siglo XX cuando iniciaron los trabajos de investigación arqueológica y, con ello, nuevas interpretaciones del sitio.