La leyenda del hilo rojo del destino

850
La leyenda del hilo rojo del destino

Por Agencias

Muchas culturas han transmitido de generación en generación hermosas historias acerca del destino. Historias de unión entre personas, seres que aún no se conocen pero que algún día se unirán en el espacio y el tiempo. En en lejano Oriente las historias acerca del destino son largamente predominantes, en parte debido a una influencia de creencia religiosa. Primero el hinduismo y, por su influencia, también el budismo -en sus varias facetas-, contiene un concepto central: el karma.

Según varias religiones dhármicas, el karma es una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. Según las leyes del karma cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. El karma, concepto que originalmente significaba “acción”, pasó, con el tiempo, a utilizarse como sinónimo de “destino”, el cual tendría lugar condicionado por nuestras acciones.

La leyenda del hilo rojo se trata de una creencia presente tanto en la mitología china como en la japonesa.

En este contexto del karma-destino, han surgido numerosas historias, leyendas y creencias. Una de ellas es la leyenda del hilo rojo del destino. Se trata de una creencia presente tanto en la mitología china como en la japonesa. Además, este mito se refleja también en Occidente con lo que llamamos “almas gemelas”.

Según el mito del hilo rojo, los dioses atan un cordón rojo alrededor del tobillo -o del dedo meñique, en el caso de la cultura japonesa- de los que han de conocerse o ayudarse en un momento concreto y de una manera determinada.

Así, las dos personas unidas por el hilo rojo están destinadas a ser amantes, independientemente de la hora, el lugar o la circunstancia. Por tanto, este cordón mágico se puede estirar o enredar, pero nunca puede romperse.

Leyenda más famosa del hilo rojo:

Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.

Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie.

Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.

leyenda-hilo-rojo-3