La evacuación de civiles y rebeldes arranca en Alepo

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El Ejército y los insurgentes alcanzan un nuevo acuerdo tras la reanudación del alto el fuego

Por: El País

El Comité Internacional de la Cruz Roja, respaldado por la Media Luna Roja, ha anunciado el comienzo este jueves de la evacuación de 200 heridos atrapados en Alepo. Rusia aseguró opoco después que los primeros rebeldes estaban siendo también trasladados. La nueva tregua pactada de madrugada entre el Ejército del régimen y las milicias de la oposición ha permitido poner en marcha el acuerdo que habían suscrito el martes Rusia y Turquía en nombre de ambas partes. Cerca de una veintena de autobuses y una decena de ambulancias han salido de la zona insurgente en el arranque de la operación. El cese de las hostilidades parecía ser ampliamente respetado por los contendientes en la gran ciudad del norte de Siria. Uno de los primeros convoyes fue tiroteado por fuerzas del régimen a la salida de Ramusa, en el sureste de la urbe, según el canal opositor Orient TV. Uno de sus ocupantes murió y otros tres resultaron heridos.

Tras el fracaso del pacto para la evacuación de civiles y combatientes que tenía que haber comenzado a aplicarse el miércoles a primera hora y que degeneró durante la jornada en una ruptura del alto el fuego y el regreso de los bombardeos, los preparativos para la evacuación se pusieron en marcha este jueves, con grupos de civiles abordando los vehículos de transporte. El Comité Internacional de la Cruz Roja (IRCC, en sus siglas en inglés) supervisa la operación, que ha comenzado por el traslado de 200 heridos y enfermos. El Ministerio de Defensa ruso informó de que sus tropas, apoyadas por drones de reconocimiento, escoltaban a los convoyes desde el distrito de Ramusa hasta zonas de la provincia de Alepo y de la cercana Idlib que siguen en manos de la oposición.

“La operación para organizar la salida de hombres armados del este de Alepo está en marcha”, señaló una fuente oficial siria a la agencia Reuters. El IRCC y la Media Luna Roja tratan de poner a salvo a miles de civiles —hasta 15.000, según fuentes rebeldes que quieren salir de la ciudad— que vagan por las calles bajo el frío y la lluvia sin comida ni asistencia médica. El coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU para Siria, Jan Egeland, se mostró esperanzado ante la reactivación del pacto de evacuación, aunque lamentó no haber podido enviar a sus equipos para apoyar y controlar el traslado de una tercera parte de los 50.000 civiles que se estima permanecen sitiados junto con unos 7.000 insurrectos.

Un portavoz rebelde aseguró que el nuevo alto el fuego ha entrado en vigor a primera hora de la madrugada y varios testigos aseguraban que los bombardeos han remitido, aunque se seguían escuchando detonaciones hasta primera hora de la mañana. Fuentes rebeldes sirias confirmaron a France Presse la reanudación del acuerdo de evacuación. Poco después, un medio militar de Hezbolá, partido-milicia chií libanés que combate en Siria junto con las fuerzas leales al presidente Bachar el Asad, dio también por bueno el pacto para la salida de los insurrectos y sus familias de la ciudad. La televisión estatal siria, que mostraba imágenes de los convoyes de evacuación, elevó a más de 4.000 la cifra de los que iban a ser trasladados en primer lugar por los autobuses y ambulancias.

El acuerdo inicial, suscrito por Rusia y Turquía, preveía que la población civil y los enfermos y heridos fuesen los primeros en ser evacuados. Los combatientes podrían abandonar después la ciudad con sus armas ligeras en dirección a zonas bajo control insurgente en Idlib o en dirección a la frontera de Turquía. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló el miércoles por teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para hacer revivir el pacto tras la suspensión de la operación humanitaria.

El pacto quedó paralizado ante las nuevas condiciones impuestas por el Ejército y sus aliados chiíes. El Gobierno del presidente Bachar el Asad había reclamado a las milicias de la oposición que entregasen una lista con el nombre de las personas que pretenden ser evacuadas para poder identificar entre ellos eventuales rehenes y prisioneros. Los rebeldes temían que el régimen ejecute a los combatientes de milicias radicales e interne en campos de detención a civiles que considere sospechosos. Las fuerzas iraníes que apoyan al régimen han logrado que en el acuerdo quede incluida también la evacuación de los heridos en dos poblaciones chiíes de la provincia de Idlib asediadas por los insurgentes.

Naciones Unidas ha advertido tanto a las tropas gubernamentales como a las milicias rebeldes de que está investigando la existencia de crímenes de guerra, respectivamente por los bombardeos sobre zonas densamente pobladas y por retener a civiles en el frente para utilizarlos como escudos humanos.