Las seis diócesis católicas de Illinois, en Estados Unidos, ocultaron los nombres de unos 500 curas acusados de abusos sexuales.
La fiscal general de Illinois, Lisa Madigan, denunció en un informe que la Iglesia Católica en el estado recibió denuncias contra 690 párrocos. De ellos tan solo 185 fueron considerados creíbles.
Casi el 75 % de las acusaciones fueron consideradas no creíbles. Las razones: solo tenían una víctima denunciante, fueron reubicados, fallecidos o cambiado a otras órdenes.
Según Madigan, el abuso sexual a menores en Illinois es más extenso de lo que las diócesis han reconocido.
El caso de Illinois se divulga después de otros en el país, siendo el de mayor perfil el de Pensilvania, donde un gran jurado identificó en otro informe a 300 presuntos curas pedófilos con 1.000 víctimas.
El fiscal general del estado, Josh Shapiro, destacó que la investigación del gran jurado detalla “un encubrimiento sistemático por altos cargos de la Iglesia en Pensilvania y en el Vaticano”.
Madigan concluyó que las diócesis católicas de Illinois son incapaces de investigarse a sí mismas. “No solucionarán ellas solas la crisis de abusos sexuales de su clero”, admitió.
