Crean arrecifes a partir de restos humanos

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Crean arrecifes a partir de restos humanos

Al morir, Janet Hock desea ser parte de un arrecife de coral. A sus 77 años, la ávida buceadora de Estados Unidos sabe que eso significa que sus cenizas serán mezcladas con cemento para crear arrecifes artificiales conocidos como Bolas Arrecife o “Reef Balls”.

“Estás proporcionando una estructura para que los peces naden y un lugar para que crezcan las plantas. Mi primera impresión fue de que eran realmente feos, entonces pensé: ‘Oh, serían tan agradable estar ahí abajo con pequeños peces naranjas atravesando los agujeros de mi bola'”, cuenta.

Eternal Reef es la organización de caridad encargada de ese servicio. Su sede se encuentra en Florida, pero ha colocado casi 3 mil Bolas Arrecife en 25 sitios de Estados Unidos, desde Texas hasta Nueva Jersey.

Las cenizas o restos de una persona se combinan con una mezcla especial de cemento que se asimila rápidamente en el océano, asegura la firma. Luego, Reef Ball Foundation y Reef Innovation construyen la Bola Arrecife, que mide más de un metro de alto y puede pesar de 250 a mil 800 kilogramos.

Su superficie es rugosa para permitir a plantas y animales marinos, como algas y corales, crecer sobre ella. Los seres queridos pueden participar en la creación de la estructura. A menudo, la personalizan con mensajes escritos en el concreto, con huellas de sus manos o la adornan con conchas.

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Amigos y familiares pueden abordar la embarcación que liberará la Bola Arrecife en un lugar autorizado, que son arrecifes designados para actividades recreativas, como pesca y buceo. Se les entregan las coordenadas de GPS para que sepan dónde descansan los restos.

Según Eternal Reefs, la demanda por sus servicios se triplicó durante la pandemia del Covid-19, en especial entre los amantes del mar.

Otra compañía de Florida cuenta con un proyecto similar: Neptune Memorial Reef, que ofrece la creación de estructuras para arrecifes a partir de concreto y restos cremados. Sus costos comienzan a partir de los mil 295 dólares (alrededor de 26 mil 297 pesos mexicanos).

Jim Hutslar, su director de operaciones, comenta que sus arrecifes son habitados por 56 especies de peces, además de cangrejos, erizos de mar, esponjas y corales.

En el Reino Unido, Solace Reef cuenta con un servicio similar que busca ayudar a regenerar la población de langostas. Desde 2014, ha depositado en el fondo marino 16 domos de piedra caliza y cenizas humanas.

A decir de Murray Roberts, profesor de Biología Marina de la Universidad de Edimburgo, incorporar restos de personas en los arrecifes artificiales podría protegerlos de ser destruidos.

“Cuando tienes arrecifes artificiales que contienen restos humanos, imagina la consternación que habría si esa área fuera arrasada”, señala.

Ken Collins, especialista del Centro Nacional de Oceanografía de la Universidad de Southampton, considera que cualquier impacto ambiental que podrían causar los domos desaparecerían en días.

Sin embargo, el modelo aún requiere la cremación, un procedimiento que libera cerca de 400 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por cada cuerpo. También usa concreto, cuya manufactura es responsable de hasta el 8 por ciento de las emisiones globales de CO2.

POR GRUPO REFORMA