Por Agencias

El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes, se ha visto forzado a abandonar la investigación abierta en el Congreso sobre los nexos entre el Kremlin y Trump y sobre la supuesta injerencia rusa en las pasadas elecciones para perjudicar a la demócrata Hillary Clinton. La decisión ha sido tomada debido a cuestiones éticas.

Los demócratas habían puesto en tela de juicio su imparcialidad y esta misma mañana ha trascendido que el Comite de Ética le ha abierto una investigación porque “pudo haber hecho divulgaciones no autorizadas de información clasificada”. Está en el ojo del huracán acusado de tentativas de politizar las investigaciones y proteger a la Casa Blanca.

Nunes se había convertido en el escudo de Donald Trump en la investigación sobre Rusia al concentrar en su figura las críticas de la oposición demócrata. Y pese a la enorme presión demócrata, el presidente del Comité se había mantenido firme hasta ahora, puesto que contaba con el respaldo de figuras importantes dentro del partido como Paul Ryan.

Investigación del FBI

Paralelamente a esta investigación en el Congreso, el FBI lleva investigando desde el mes de julio las relaciones entre la campaña de Donald Trump y el Gobierno de Rusia.

Así lo confirmaron hace unas semanas los máximos responsables del FBI, James Comey y el de la NSA, el almirante Mike Rogers, ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Ambos confirmaron la legitimidad de todas las sospechas sobre Donald Trump y Rusia, y también de todas las dudas sobre la veracidad de las acusaciones del presidente de Estados Unidos a sus rivales.

Entonces, Nunes, que se esforzó al máximo para proteger a Trump, no tuvo más remedio que concluir la sesión diciendo a Comey y a Rogers que “ustedes han puesto una gran nube gris sobre gente que tiene un papel muy importante a la hora de dirigir este país”. O sea: el Gobierno de Donald Trump.

La revelación más importante fue la confirmación, por Comey, de que el FBI está llevando a cabo una investigación penal sobre los vínculos de la campaña de Trump con el régimen de Vladimir Putin. “Estoy autorizado por el Departamento de Justicia para confirmar que, como parte de nuestra misión de contra-Inteligencia, el FBI está investigando los esfuerzos del Gobierno ruso para interferir en la elección presidencial de 2016, y que eso incluye cualquier relación entre individuos asociados con la campaña de Trump y el Gobierno ruso y si hubo alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia”, dijo el director del FBI, que recalcó que no es la práctica habitual de esa agencia del Estado confirmar la existencia de investigaciones en curso, “pero en situaciones inusuales, en las que [hacerlo] es en el interés del público, puede ser apropiado”.