Claves para una buena salud en las personas mayores

Por Agencias

Para los adultos mayores es importante mantenerse activos y el ejercicio físico debe ser una parte fundamental de su rutina diaria. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, depresión y deterioro cognitivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda que realicen actividades recreativas o de ocio, desplazamientos, actividades ocupacionales, tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

Las pautas que comparte la OMS abogan por que los adultos de 65 en adelante dediquen un mínimo de 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

“Los mayores deben mantenerse activos e incorporar el ejercicio a su rutina diaria para gozar de una buena salud tanto física como mental, así como prevenir el riesgo de caídas. Una media de 30 minutos diarios de ejercicio podría servir para mejorar su salud funcional, prevenir la dependencia temprana y proporcionar beneficios a nivel cognitivo”, explica David Curto, responsable de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

“No hay dos mayores iguales y por ello se debe adaptar este ejercicio a los gustos y las necesidades de cada uno ya que el deporte siempre es beneficioso y se realiza con la intensidad adecuada a cada persona”, añade el experto, que recomienda 3 tipos de ejercicios bien definidos.

Tipos de ejercicio recomendado para personas mayores

Los ejercicios aeróbicos o de resistencia, como caminar, nadar o montar en bicicleta, que se pueden realizar al aire libre o en casa con una cinta para andar o una bicicleta estática. Estos ejercicios, explican, mejoran la función cardiovascular, ayudan a la capacidad respiratoria y disminuyen la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, así como el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón o diabetes.

Los ejercicios anaeróbicos o de fuerza con intensidad moderada, como levantamiento de pesas o máquinas de polea, que potencien su musculatura y refuercen los huesos. A través de este tipo de actividades también se limita el riesgo de sufrir osteoporosis y se minimiza el riesgo de caídas, para lo que también recomiendan ejercicios de equilibrio como el yoga, el taichí o ejercicios en el agua.

Los ejercicios de flexibilidad, como pueden ser los estiramientos o ejercicios al levantarse y sentarse de una silla sin utilizar los brazos, pueden favorecer a mantener el cuerpo relajado y ayudan a mantener la autonomía de los mayores.