Recuerdo la primera vez que escuché eso, me dio tanta risa, pero con el pasar del tiempo y la deconstrucción de mí patriarcado me he topado con machos que abusan de su privilegio de ser hombres y lo peor, muchos de ellos lo hacen a espaldas de las mujeres porque temen enfrentarlas de frente, es algo interesante en las cosas laborales.
Según la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) una mujer profesionista gana en promedio tres mil pesos menos que un hombre por realizar exactamente el mismo trabajo; y en puestos directivos la diferencia es de cinco mil pesos, esto nos sigue hablando de la discriminación que sigue en el país.
Y eso no es todo, cuando se trata de un trabajo de “hombre”, y una mujer se atreve a tenerlo, comienza el mobbing, que es el acoso laboral o acoso moral en el trabajo; recuerdo hace tiempo traté a una mujer con este problema, yo le comentaba todo el problema del patriarcado y la liberación femenina, y por qué los “compañeros” de trabajo la veían como un problema y no como una colega; ella al principio se reusaba a entender esta situación, sus palabras eran “Marco, yo también soy ingeniero”, y yo le decía, el problema no es que seas ingeniera, el problema es que eres mujer en un trabajo que en el pensamiento retrograda de los machos, les pertenece; después de un tiempo comprendió lo que le decía y comenzamos entonces los planteamientos de defensa (si le podemos decir así). 1) Ella tenía ideas y cuando las compartía a un hombre, en las juntas ellos se adjudicaban esas buenas ideas; entonces le dije, no hables más de tus ideas, si las quieres compartir que sea por escrito y copiado a todos, compañeros, jefes, hasta el gerente de planta, que todos se enteren que esas son tus ideas, ¿funcionó? ¡Claro que sí! 2) Ella sufría acoso de uno de sus compañeros; le dije repórtalo con tu jefe, si no hace nada, ve a recursos humanos, si no hace nada, ve con el jefe de tu jefe y si no hace nada ve con el gerente de planta, y si tampoco hace nada, ve a derechos humanos y plantea tu problema, no fue necesario eso, su jefe le paró el juego al macho ese en ese momento, aunque el hombre le tiene coraje, ya no se le acerca más.
Muchas veces nosotros (los hombres) vemos esto y nos callamos, algunos por no tener problemas, otros por ser del club de Tobi (entre hombres nos ayudamos), y unos más creen que son neutrales, sin entender las palabras del Sacerdote Desmod Tutu que “El que se pone neutral en un momento de injusticia, está del lado del opresor”, no podemos ponernos del lado del opresor, no podemos callar la injusticia, no podemos dejar que esto siga así.
“Al que obra mal se le pudre el tamal”, y la verdad espero que esto sea cierto si hay tanta injusticia laboral, si los salarios no se empatan o se equilibran, y no sólo en el salario, en el trato, cuando hice una investigación sobre mobbing y bulliyng, descubrí que en el área médica las mujeres residentes sufren muchísimo acoso de parte de médicos que deben firmar sus residencias, la cosa está del nabo, pero se puede componer, si le ponemos energía y nos deconstruimos para ser mejores hombres, ya tú decides que quieres ser un hombre realizado o un macho confundido.
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Por lo demás camina conmigo, te puedo afirmar que dejaremos la misoginia, y buscaremos un mundo mejor. Hasta la próxima.
