A todos nos gusta llegar a cualquier lugar y ser bien atendidos. Pero a veces uno como cliente de un restaurante no pone de su parte y se convierte en un comensal muy grosero. Vivir y crear un ambiente de cordialidad siempre será lo correcto, pero una mala educación y arrogancia resumen conductas que los meseros odian.
Indagando en el tema y de acuerdo con dos publicaciones: una del sitio City Lab y del diario La Vanguardia, te compartimos cinco comportamientos que molestan o desesperan tanto a los meseros, como a los cocineros.
1. No demuestres que no tienes educación
Si eres de esas personas que llega a cualquier lugar sin saludar, seguramente lo haces cuando llegas a comer a donde sea. “Hay quien entra en el local sin saludar, ni tan siquiera un ¡hola!”, comentó Noelia Benavente, con 10 años de trayectoria en el área restaurantera. Y continuó agregando: “no nos gusta que nos llamen con un silbido”, lo cual es muy propio de comensales masculinos.
Los mismo trabajadores recomiendan alzar la mano o usar la mirada. “Cuando un cliente levanta la cabeza del plato y mira al camarero es que necesita algo”. Pero en caso de que esto no te funcione “pueden decirnos ‘perdona’ o ‘disculpa”.
2. Solicitar cuentas separadas después de que ya se generó una sola
Aún existen lugares en donde los meseros escriben en notas la cuenta de las mesas que atienden. Y si son varias personas, al momento de pedir la cuenta y llevarla surge el “nos puedes traer cuentas separadas”.
Por lo que se recomienda que de hacerlo lo solicites al principio de tu consumo. Todo con la finalidad de que tú y tu mesero ahorren tiempo y esfuerzo.
3. Cambio del menú constantemente
Otro de problema que afecta no solo a los meseros, sino a los cocineros, es la constante necedad de las personas por adoptar el menú del día de acuerdo a sus gustos. Lo que resulta muy molesto para muchos de los chefs.
Yo no digo que mis platillos sean perfectos o que sean obras de arte, pero todo está planificado y pensado”, afirmó Eric Samaniego, jefe de cocina del Little Sparrow en California.
Es molesto cuando un comensal pide con severidad ciertos alimentos que no están en el menú, o no se encuentran en temporada para su producción, lo que acaba por frustrar a los meseros.
4. La superioridad del comensal
Una de las conductas que más molesta los meseros, y en el fondo a cualquier profesional, es la superioridad del otro:
Cuando recomiendo un vino y, aunque sea un poco más caro que el que ha elegido el cliente, no te hace caso (luego lo prueba y te da la razón)”, “Si no conoces un producto, no alardees”.
Otro ejemplo: “Lamento decirlo, pero hay un trato distinto en función del nivel económico del comensal. Quien menos tienen te tratan peor”, aseguró Benavente.
5. Permanecer en un mesa por horas
La mayoría de las personas, después de comer, disfruta de una larga sobremesa, un momento para platicar con los amigos y familia que en ese momento se encuentran. Sin embargo, en algunos establecimientos es incómodo estén ocupando una mesa para consumir solo un café por horas cuando hay una fila larga afuera del lugar.
Esta es una situación que no solo molesta a los personas que trabajamos en el restaurante, sino a los que esperan afuera. Creemos que es algo que todos odiamos cuando vamos a algún lugar y observamos que pasan las horas y ya no hay nada en las mesas”, agregó el chef Steve McHugh.
Mac Angulo de JCT Kitchen and Bar comentó: “La mayoría de los restaurantes harán todo lo posible por atender al cliente, pero nos gustaría que ciertos comensales no hicieran el trabajo del personal algo intolerable y frustrante”.
