Vínculos nuevos y más

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Vínculos nuevos y más
Génesis Amayrani

Tenía esta nota pendiente hasta hoy, no tenía idea de cómo expresarme hasta, después de la terapia grupal, se podría decir que esto, será una nota bonita, (y para decorar, de fondo estoy escuchando “Canción bonita” de Carlos vives y Ricky Martin). 

Últimamente, he conocido, tratado, y hecho vínculos bonitos con personas que están a Millas de donde vivo, efecto de la vida pandémica que se nos obligó a vivir desde hace más de un año, los vínculos por medio de redes; y es que antes teníamos la creencia (y no dudo de ella, pero hablaré desde mi punto de vista) que quien estaba detrás de las redes, todo o casi todo lo fingía; con la pandemia, a muchos nos tocó trasladar las conversaciones mañaneras en la oficina, a una aplicación de comunicación, como Teams, Skype, WhatsApp. Después, las escuelas, tuvieron que modificar sus plataformas, y otras ingresar a plataformas para no perder el año escolar; plataformas sociales como TikTok, Facebook, Instagram subieron de usuarios, y es que ahora nuestra vida se volcaba a estar detrás de la pantalla del celular, computadora o tabletas (sí, sé que también está la otra cara de la moneda) y desde ahí tuvimos que irnos adaptando al paso de las semanas, meses, al ver que no volvíamos a la “normalidad” todo fue dando giros en nuestra vida como los semáforos epidemiológicos, cambiaron a verde (Esto fue una reverenda burla, ¡lo sé!) y ahora que están en naranja, amarillo, y de todos los colores, muchos retomamos un poco de nuestra vida anterior, como volver a la oficina, pero adoptamos indefinidamente otras formas de relacionarnos, en mi caso, mis amigas-hermanas del aquelarre teológico, en el cual conversamos casi a diario platicándonos sobre mucho, es lindo, somos cuatro países involucrados (México, centro y norte; Colombia, Chile, Canadá) físicamente lejos, pero unidas por un mensaje a través de una app, ánimos y energía en situaciones para el diario vivir, sintiendo una cercanía impresionante; ¿Cómo es posible que la cercanía de los corazones hayan traspasado una app, o una red social? No lo sé. Pero lo vivo, lo viví, lo sentí y a mi nadie me va a venir a decir que lo que sentí en este agosto, no fue genuino. 

Aunque esta nota prometió ser bonita, también dejare ver tristeza por la ausencia de Gus, y la amistad bonita que se creó con Valdivieso a través de redes, pongo un poco de contexto, hay un grupo de locos excluidos del bando eclesial en su territorio (Mexico, Colombia, Venezuela, Chile, Canadá) que nos fuimos encontrando por redes, grupos de “conversaciones” teológicas, que abrieron una comunidad -colectivo de hippies virtuales que traspasarían el cariño por redes; bueno, en esos escritos en grupos, publicaciones, estaba Gustavo, y el mes pasado cambio de residencia física, para dejarnos aquí, extrañándolo, porque si algo sentimos y afirmamos es el hueco de su ausencia, su cuerpo dejó de caminar en planos físicos por México, nos dolió enormemente, recuerdo cuando recibí la noticia, no pude detenerme en lágrimas, y ese golpe en el pecho me mandó a la lona por algunas horas, y aun después de días, me saca lagrimas; yo conocí a Gus conversado con él en varias reuniones, habíamos hablado de mi participación en el libro “Dios. Nueva temporada; Miradas teológicas” con el tema de Juego de tronos, Arya Stark y la mano de la mujer en citas bíblicas. Desde ahí, se podría decir, que nació y creció la amistad; y todos los de esa red pueden dar fe de los lazos que formaron con él.

¿Cómo era posible, que alguien a quien nunca había visto físicamente me doliera tanto? La cercanía entre muchos de nosotros había crecido en los últimos meses, y dolía; cuando nos juntamos virtualmente, para hacerle honor a su memoria, la tristeza fue profunda, pero algo quedó, nos acompañamos, y en algún punto, acompañamos y seguimos acompañando el duelo de los hijos y esposa de Gus. 

Las redes pueden dejarnos ver a otras personas cercanamente, a pesar de la distancia, puedo notarlo en mi grupo de Gamers, hay vínculos muy sólidos ahí con una distancia física enorme. Y ayer, conociendo virtualmente otros paisas en Colombia, y ciudad de México, aunque de aquí a algunos ya los he visto físicamente, me doy cuenta de que las formas de relacionarnos son demasiado variadas, como todo, en todo; a veces, nos enjaulamos en la monotonía, y sí, las reuniones físicas NO dejan, ni dejarán de ser importantes y trascendentales en la vida, pero no por eso vamos a despreciar las nuevas formas, las evoluciones; tendemos a tener miedo de abrirnos paso a nuevas ideas y propuestas, de quizá, las nuevas generaciones, o de las situaciones (como lo fue la situación pandémica), ahora sabemos que sí es posible otras formas de vivir y vivirnos, e ir rescatando lo que mejor nos alimente, por ejemplo, a mí, me alimentó el espíritu la convivencia presencial con mi familia esas noches de juego los sábados, pero también las conversaciones virtuales con amigas-amigos fuera de México, con mundos y contextos totalmente distinto al mío. 

Tener una apertura y respeto por otras-otros, siempre traerá enriquecimiento espiritual, a veces tenemos miedo de romper nuestras barreras, y no digo que poner límites o filtros, pues creo que siempre vamos a preferir relacionarnos con quien nos aporte luz y tranquilidad a nuestra vida, me refiero a las barreras que nos limitan de lo que queremos hacer, porque ya tenemos una vida establecida con patrones que no nos gustan pero es el que nos dijeron que era el correcto, y el único que podría funcionarnos, y no precisamente debe ser así; dice alguien a quien aprecio mucho “hazlo, con miedo pero hazlo” y sí, al final el dolor, sufrimiento y todo lo que conocemos como negativo, también nos deja aprender, como el dicho mexicano, “no hay mal que por bien no venga” ¿no?

Creo que construir vínculos sanos, lindos, ricos, nos puede ayudar a tener mejor forma de vivir con uno mismo, porque todos somos del mismo planeta, y en algún punto, se necesita de unos y de otros para aprender a sobrevivir-vivir aquí; incluso los vínculos llenos de caos son necesarios para hacernos mover de donde ya no queremos estar, no podemos, no sabemos estar, quizá esto es un poco complicado de entender o platicar, pues entra en las decisiones personales, de dónde estamos y hacia dónde queremos estar, lo que sólo pudiera asegurar, es que el acceso al caos nos lleva a una paz con nosotros mismos. 

Hoy creo que somos un poco de todos los que viven alrededor nuestro, lo que aportan, bueno o malo (si es que existe esa categoría) aprendemos hasta de los que no toleramos ni nos toleran en el trabajo, y también de aquellos a quienes amamos en total libertad, o muy mantamente; pero al final dejan un aporte, un recuerdo a nuestro vivir.

Conocernos a nosotros mismos a través de otros, y desde nosotros nos dejara ser más libres y creo más felices, porque podríamos tener muchas metas, propósitos, pero si eso no nos permiten vivir paso a paso la felicidad, aun en la tristeza, deberíamos sentarnos a meditar sobre aquello que pudiera estarnos moviendo, si realmente me llena como persona y ser humano. 

Hoy sólo agradezco a mi misma por darme esa oportunidad de hacer comunidad con otros, otras, a través de redes, a través del diario vivir presencialmente, por lo fantástico que es anexarle un sticker, meme, emoji a una frase, y sí, en algún punto darle tono, que sé que a muchos nos pasa, y creo que es cuando rompemos más barreras de comunicación, sin dejar de lado las conversaciones a tono y voz, pues ambas nos llevan a un complemento. 

Hasta Medellín, Toronto, CdMx, los Ángeles, Chile, mando un abrazo calientito lleno de tecito de dudas, y sororidad, en el aquelarre cubierto de emociones feministas, y otras tantas más. Por lo demás, les invito a que cada publicación de té de mujer sea placentero para ti, para vos, para todas, todos y nos permita ir armando vínculos que nos llenen de sonrisa y felicidad,  invitándote también, a que me sigas en la página de Facebook Té de Mujer  en Twiiter e Instagram me encuentran como Amayrani Garza Gall platícame de tus inquietudes, dudas, historias, lo que opinas de cada idea loca que pasa por el alma de esta columnista y deja escrito por las redes, al email tedemujer@gmail.com O si prefieres leer, puede hacerlo en https://tedemujer.blogspot.com/  y/o escucharme en Spotify en los podcasts de Té de Mujer.

Reciban de mi un abrazo lleno de tranquilidad. 

P.D 

Les dejo el link de un encuentro virtual que tuve con mis amigos chilenos en “Triálogos subalternos” hablando sobre feminismo en Mexico y otras curiosidades