Una mujer necesita un año para reponerse de un parto

Para muchas mujeres, el embarazo es uno de los momentos más especiales en su vida. A pesar de los antojos, los cambios de humor y las transformaciones que sufre su cuerpo (como la aparición de vellitos en el vientre), cada instante es único.

Después de nueve meses de espera, el gran día ha llegado. Tu cuerpo comienza a dar señales de que estás a punto de parir y la emoción te invade. En poco tiempo podrás tener conocer a tu bebé y tenerlo en tus brazos.

Aunque ese momento es único y maravilloso, un parto requiere de un gran esfuerzo físico y soportar mucho dolor. Posteriormente, tu organismo experimentará otras dificultades que probablemente nadie te dijo, tales como incontinencia urinaria, resequedad vaginal, temblores, etc.

La mayoría de las personas creen que basta pasar la cuarentena (40 días) para que el cuerpo de una mujer se recupere, luego de dar a luz. Sin embargo, la realidad es diferente. Para empezar, después del puerperio se tiene que lidiar con los loquios, también conocidos como ‘sangrados después del parto’.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Salford, en Inglaterra, una mamá necesita mucho más tiempo para reponerse. Esto es porque debe superar los cambios físicos, mentales y emocionales que acarrean el embarazo y el parto (incluso puede tener afectaciones en su autoestima).

Según los investigadores, las mujeres tardan de 9 a 12 meses para recobrar el nivel físico y mental que tenían antes de dar a luz. Además, es necesario que tenga un ambiente tranquilo y mucha paciencia para sobrellevar esta etapa.

En caso de que esto no ocurra, podría sufrir consecuencias negativas en su salud, como dolores musculares, falta de nutrientes, fatiga crónica, entre otros. En el aspecto emocional, puede desarrollar depresión, problemas de ansiedad, etc.

Entre otras cosas, es necesario que pasen varias semanas para que los órganos se reacomoden -ya sea que se tenga parto natural o cesárea- y los tejidos sanen. También hay que considerar que durante el alumbramiento la mujer pierde una determinada cantidad de sangre, lo cual debilita su organismo.

Por otra parte, aunque amamantar es muy necesario e importante, también supone un desgaste para el cuerpo. A esto hay que sumarle que en los primeros meses de vida el bebé no dormirá toda la noche y requerirá los cuidados de mamá durante la madrugada, lo que se traduce en una falta de descanso para ella.

Los especialistas sugieren que el apoyo en la recuperación inicie desde el hospital. Recomiendan que los médicos y enfermeras dediquen un tiempo para instruir a las mamás en todo lo relacionado con la lactancia y los cuidados del bebé (sobre todo en los primeros tres meses). Así, tendrán menos estrés y ansiedad.