Por El Universal
Los pleitos de Taylor Swift pueden cautivar al público casi tanto como su música, y su más reciente enfrentamiento contra uno de los más importantes mánagers musicales no sólo generó encabezados, sino que hizo que figuras como Justin Bieber, Halsey y Demi Lovato tomaran partido mientras las acusaciones y los insultos se acumulaban en las redes sociales.
Pero días después de la tormenta, los expertos consideran que Swift y Scooter Braun, quien representa a Bieber y Ariana Grande y ahora es propietario de los másters de Swift, tendrán que encontrar la manera de trabajar juntos, tanto para preservar el gran legado musical de Swift como para hacer dinero y negocios.
“Les guste o no, Scooter Braun se convirtió en uno de los más importantes socios de Taylor Swift y estas son personas que necesitan trabajar juntas ahora”, dijo Bill Werde, exdirector editorial de Billboard y director del progama Bandier para industrias de la grabación y el espectáculo en la escuela de comunicación en la Universidad de Syracuse.
“(Scooter) quiere que ella siga siendo la estrella más grande del mundo tanto tiempo como sea posible porque así es como tendrá el mejor retorno de su inversión”, dijo Werde.
“Creo que en un futuro no tan distante veremos… que las cosas mejoran. Creo que veremos que hacen las paces”.
El domingo, la empresa Ithaca Holdings de Braun anunció que había adquirido Big Machine Label Group, el sello encabezado por Scott Borchetta que lanzó los primeros seis álbumes de Swift, incluyendo los galardonados con el Grammy al álbum del año Fearless de 2008 y 1989 de 2014.
Swift dijo en noviembre que firmó un contrato con Universal Music Group en vez de Big Machine porque sabía que seguir con el sello le habría impedido ser dueña de su obra futura.
Cuando se supo la noticia de la venta de Big Machine, Swift publicó un duro mensaje en Tumblr en el que se dijo triste y repugnada de que su catálogo ahora le pertenecía a Braun.
“Cuando dejé mis másters en las manos de Scott, hice las paces con el hecho de que eventualmente él los vendería. Pero nunca imaginé ni en mis peores pesadillas que el comprador sería Scooter”, dijo.
“Cuando Taylor decidió firmar un acuerdo para sus futuros discos en otro lugar, ella… definitivamente sabía que Big Machine sería vendida probablemente cuanto antes”, dijo Larry Miller, director del programa de negocios musicales en la escuela Steinhardt de la Universidad de Nueva York.