Ser militar no es difícil si se trabaja en equipo

Por Milenio

A los 14 años de edad ya portaba un uniforme militar y totalmente seguro de lo que quería hacer. 

Hoy, después de 31 años, el coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor Rodolfo Blancas Osorio lo recalca firmemente: su pasión es ser parte del Ejército Mexicano y a través de este servir a su país.

Blancas Osorio es el comandante del 36 Batallón de Infantería de Ciudad Valles desde el 16 de enero del 2019, y el cual comprende 29 municipios de las zonas Huasteca y Media de San Luis Potosí.

En este Día del Ejército Mexicano, el comandante Blancas es vivo ejemplo de alguien convencido de lo que ama hacer.

“Tengo 31 años de servicio. Ingresé en 1988 y aquí seguimos con mucho gusto y mucha pasión en el Ejército. Soy originario de la Ciudad de México, lugar que siempre se ha caracterizado porque se llevan a cabo los desfiles militares muy grandes cada 16 de septiembre, además de que veía los fines de semana en las calles a los cadetes que salían con sus uniformes, sus espadines, muy elegantes, con mucho porte, con mucha distinción, y sobre todo con mucho respeto y educación ante la sociedad que los veía con mucha admiración. Siendo niño despertó eso mi interés y vocación y por eso quise entrar al Heroico Colegio Militar”.

En su familia no había nadie que fuera parte de la milicia, pero soñaba con ser soldado, por lo que estar en una escuela militarizada incentivó ese deseo.

¿Qué es lo más significativo que ha vivido en estos años? Son muchas experiencias enriquecedoras y que de alguna manera fomentan nuestro sentimiento de responsabilidad con el país y con los mexicanos. 

Desde el momento que compartimos con ellos, a través de las diferentes fiestas cívicas, los desfiles, la emoción de ver en los rostros de los ciudadanos al ver desfilar a las fuerzas armadas con su bandera, con sus uniformes, las muestras de respeto a los símbolos patrios, es muy emotivo para nosotros. Eso -dijo -, sumado al vínculo entre la Secretaría de la Defensa Nacional y los ciudadanos a través del Plan DN III-E en el que apoyan principalmente en desastres naturales.

“Es donde surgen sentimientos muy arraigados que permiten en nosotros servir a la gente, pues no hay otro mecanismo que tenga ese alcance, y a través de los diversos batallones y el resto de ramas del Ejército siempre estamos cercanos a las necesidades de la población”.

Ha estado en varios estados del país y pasado por situaciones complicadas, aunque dice que hasta ahora no ha enfrentado algo difícil, porque parte de su formación, es tener la mentalidad de que no debe haber algún obstáculo que los limite.

“Afortunadamente el trabajo en equipo, con voluntad, con pasión y con amor a México no hay nada que sea difícil”. Estar lejos de sus seres queridos puede ser en ocasiones lo difícil, aunque mencionó que la familia, esposa, hijos, van formando parte de ese compromiso que hay con México. 

Tiene una hija ¿Le gustaría que sea también militar?

Así como nació en mí, nadie me dijo que fuera militar, la carrera militar surge de la vocación de cada quien y creo que nadie puede opinar más que el propio individuo, así que será su decisión. Desde hace unos años, el Ejército Mexicano a través de este Batallón ha impulsado una mayor proximidad con la ciudadanía. 

El año pasado se llevaron a cabo diversos eventos cívicos y de convivencia en las instalaciones y fuera con gran éxito, con apoyo de las autoridades educativas, municipales y estatales, en los que miles de personas participaron.

Blancas Osorio tiene como uno de sus objetivos de trabajo incentivar en los jóvenes y niños no solo el interés por ingresar a las Fuerzas Armadas, sino motivarlos a que en su vida civil sean personas de bien.

Dentro de las instalaciones del Batallón, en la carretera Valles-Tampico, existe un Jardín de Niños al que acuden no solo hijos de militares sino de familias que habitan en colonias aledañas.   

En una de las paredes están plasmados los valores del Ejército: honor, valor, disciplina, igualdad, lealtad, honradez, abnegación y espíritu de cuerpo.

“Es fundamental inculcarlos en las nuevas generaciones, que los niños estén conscientes de lo que representan los símbolos patrios, el Himno Nacional, el respeto a la autoridad, a la sociedad y en general los valores que el instituto armado pretende transmitir, porque también producen un gran cambio positivo en la sociedad, además de alejarlos de cometer conductas antisociales”.

Dentro de las experiencias que ha vivido, fue la de haber tenido la comisión como agregado militar adjunto en la Federación de Rusia, Ucrania y Rumania con sede en Moscú, en el 2016 y 2017, junto a soldados de varios países.

¿Si no hubiera sido militar, a qué se hubiera dedicado?

Como ya lo había dicho, entré a los 14 años y antes estuve en una escuela ya con uniforme, con botas, aprendiendo algunos principios de la vida militar; eso fue desde niño, así que sigo estando convencido de lo que amo hacer y no me concibo en ninguna otra profesión.