Por Cocina delirante
Presente en bebidas energéticas, refrescos, té y café, la cafeína es una sustancia que posee propiedades estimulantes, tónicas y diuréticas.
En algunas personas puede provocar, en dosis moderadas, palpitaciones, un estado de nerviosismo, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, problemas digestivos, entre otros efectos.
La cantidad de cafeína en algunas bebidas varía de acuerdo con el origen de los productos para prepararlas.
Sin embargo, en la actualidad, debido al acelerado estilo de vida es muy común consumirla en lapsos muy cortos de tiempo sin siquiera notarlo; pues se puede adquirir en tiendas y en máquinas expendedoras.
En la última década, se han estado investigando los efectos nocivos de las bebidas energéticas, los suplementos y excesos de cafeína en EU, tras varias muertes de muchos adolescentes por sobredosis de éstas.
Sin embargo, poco se ha hecho para limitar el acceso a estos refrescos, principalmente en jóvenes, donde la alta ingesta de esta sustancia (totalmente) es legal y en el cual parece, que la obsesión por la cafeína es mayor que nunca.
Como en Boston, donde a través de un estudio realizado por el centro médico local, se descubrió que incluso un 15% de los niños de este lugar, están enganchados con estos estimulantes, pues beben hasta cuatro onzas de café al día.
La adicción por la cafeína en la era moderna remonta a la Europa del siglo XVII, cuando esta sustancia estimulante llegaba de China y Oriente Medio.
