Por Excélsior
Ascoli Piceno, Italia.- El gobierno italiano declaró un día de duelo nacional por las 290 personas que murieron en el terremoto que devastó tres poblaciones en una región montañosa del país y llevó a cabo un funeral de Estado para unas 35 víctimas del sismo.
La ceremonia, que se celebró en la ciudad de Ascoli Piceno, contó con la presencia del presidente de la República, Serio Mattarella, y del primer ministro, Matteo Renzi, así como familiares, amigos y parientes de las víctimas de Arquata del Tronto, una de las aldeas devastadas por el sismo del miércoles.
Unos 35 féretros de madera fueron colocados en un pabellón deportivo, incluyendo ataúdes blancos que contenían los restos de dos de los 21 niños que fallecieron.
El evento, el primer acto oficial por las víctimas se celebró en el estadio deportivo de Ascoli Piceno, una ciudad localizada no muy lejos del lugar de la tragedia, que fue transformado en capilla.
Mientras líderes políticos se reunían para participar en una misa, rescatistas seguían buscando entre los escombros en una de las ciudades más afectas por el sismo,
Amatrice, pese a que tenían pocas esperanzas de hallar más sobrevivientes tras uno de los peores terremotos en Italia en siete años.
Otros nueve cuerpos fueron recuperados ayer en la ciudad, incluyendo tres que fueron rescatados durante la noche en un hotel.
Entre los extranjeros que murieron se encuentran seis rumanos, tres británicos, una española, un canadiense y un albanés.
