Por Mario Treviño

Luego de presentarse en el Valle de Texas y en Ciudad Victoria gracias a la invitación de la escritora Marisa Avilés, este libro recibe la invitación para ser incluido en el programa Ventanas a la lectura, que se engalanó con la presencia de uno de los autores más leídos y disfrutados de Tamaulipas, Juan Miguel Pérez Gómez, quien ganara el primer concurso de cuento del noreste (Tamaulipas, Nuevo León Chihuahua Durango y Coahuila) con el libro Amores Extraños, publicación que le brindara un sitio en la literatura y que dejó no solo un gran sabor de boca sino que una que otra boca abierta pues marcó la pauta para la nueva literatura Tamaulipeca, de ahí le siguieron Bestias domésticas y más colaboraciones especiales en publicaciones literarias; su columna “y cianuro para todos” goza de un gran número de seguidores.

Este encuentro con la poesía de Juan Miguel no es nuevo, ya le conocíamos esta faceta, lo habíamos disfrutado en un libro donde obtenía la segunda posición en el concurso estatal de poesía. Este poemario originalmente era un libro infantil, pero no se dejó, la cabra corre pal monte y este cabrón lo hizo otra vez, empleando esas palabras familiares utilizadas con regularidad y que en algún momento las llamaron malas palabras, ésas que forman parte de nuestra comunicación coloquial con Juan Miguel se ponen al servicio de la literatura, flojitas y cooperando.

En 2014 gana nuevamente el concurso estatal Juan B. Tijerina en la categoría de poesía con este volumen ¿y los niños? Bien, gracias, porque por más que Juan Miguel quiera, no logra escribir dentro del género infantil.  Esta  presentación de A Darwin con afecto, se logró gracias a la invitación de la también escritora Mercedes Varela quien acompañada del promotor de lectura César Varela y el maestro de Danza Folclórica José Cruz Realizaron una muy buena selección de material incluido en el poemario, le prestaron su voz a la palabra y ocurrió el fino placer de la lectura en voz alta.

Una obra literaria que se tomará su sitio, tarde que temprano llegará a más públicos, habitará en más personas, la contaremos en reuniones y no perderemos los promotores de lectura la oportunidad de compartir algo de a Darwin, con afecto:

Nunca salgas a cenar con un buitre de cabeza roja.

No aprecian, Charles los esfuerzos del chef.

De hecho prefieren las sobras de tu plato.

Si les hablas de tu último poemario

inclinan sus ojos enormes pelones delante

y se preguntan por qué no se les ocurrió antes.

Nunca salgas a cenar con un buitre de cabeza roja.

Al ver la cuenta, con acento de pavo en temporada,

te dirá que no carga efectivo

Ni tarjeta