A estas alturas sabemos de sobra que utilizar el móvil por la calle no es lo mejor. Sortear papeleras, semáforos, farolas y personas mientras estamos enfrascados en nuestra conversación por WhatsApp nos hace parecernos un poco a Indiana Jones escapando de algún templo perdido, pero, ¿qué nos dirías si hay otro lugar específico en el que no debes mirar el móvil? (y no, no es el trabajo).
Un estudio reciente parece señalar que el supermercado no es el lugar idóneo para escribir a tu pareja, informa la revista masculina ‘Men’s Health’. Mientras miras si te falta un cartón de leche y haces auténticos malabares por comprobar qué cereales son más baratos, es bastante común que también mires el Instagram, revises el correo electrónico, hables con alguien o simplemente caces algún pokémon. Mirar el teléfono se ha convertido en algo tan habitual para nosotros como respirar. Y, sin embargo, es un craso error, apuntan los investigadores.
Según los estudios, las personas que usaron el móvil mientras compraban acabaron adquiriendo más productos (y no de los sanos)
Se proporcionó a un total de 231 voluntarios una lista de productos de uso diario, que debían comprar llevando su teléfono encima. Alrededor de 150 personas utilizaron el móvil de forma constante durante la compra. ¿Conclusión? Estos usuarios compraron productos que no aparecían en la lista a causa de la distracción constante. “Fue bastante eslarecedor”, apunta Michael R. Sciandra de la Universidad de Fairfield en Connecticut. “Todos aquellos que estaban mirando el móvil compraron más artículos que, en un principio, no tenían planificados, que aquellos que no miraron sus pantallas”. No solo gastaron más sino que, sorpresa sorpresa, adquirieron productos más insanos. Nada de col o brócoli.
Otro estudio de marzo, publicado en el ‘Diario de la Academia de Ciencias de Marketing’ explicaba así: “Los teléfonos móviles continúan expandiéndose rápidamente por todo el mundo y se quiere comprender mejor el impacto que pueden tener en los consumidores. Ha sido poco estudiado cómo influye y afecta el uso de teléfonos en entornos como las tiendas. Está documentado que el 93% de los consumidores admiten usar sus teléfonos mientras están comprando”. ¿Cuál es el problema? Tanto la toma de decisiones como el uso del móvil “compiten por el mismo conjunto de recursos cognitivos”, por lo que todo apunta a que es mejor no hacer ambas cosas a la vez.
Las tiendas, por otro lado, son cada vez más inteligentes. Por eso, en muchas ocasiones, resaltan la disponibilidad de WiFi en sus interiores, para mantenerte atado a tu teléfono. “Está bastante claro que se trata de comercializar la distracción. Lo realmente curioso es que cuando les preguntamos a los consumidores siempre niegan categóricamente tener algún tipo de influencia o que sus teléfonos les distraigan de alguna manera mientras compran” explica Sciandra. “Espero de verdad que gracias en parte a este estudio puedan comprobar que existen algunos inconvenientes por usar el móvil en esta clase de entornos. Cuanto más apegado estés, peor”.
Esto, no obstante, no quiere decir que tengas que deshacerte de la lista de la compra que llevas siempre en el teléfono para acordarte. Pero has de enfocarte, según apunta el investigador, solamente en ella. “Si puedes hacerlo y no acabar mirando el correo electrónico o el WhatsApp, entonces no veo por qué tendrías que dejar de hacerlo”. Pero si en lugar de eso acabas mirando el tiempo que hará mañana, la última noticia de ‘Juego de Tronos’ o los mensajes de tus amigos que han quedado para tomar algo, entonces quizá sea mejor que lo apartes a un lado y te centres exclusivamente en la compra. Tu salud y tu bolsillo lo agradecerán.
