¿Imaginas poder desayunar un pedazo de pastel? Pues sí, y es que al darle a tu cuerpo la dosis de azúcar que necesita, no tendrás antojo de más alimentos dulces a lo largo del día, lo que se traduce en olvidarte de los kilos extra.
El secreto está en balancear tu menú matutino: rebanada de pastel, proteínas, carbohidratos y fruta; así activarás tu metabolismo y tu digestión mejorará, ya que esta es la comida más importante del día.
Los alimentos que ingieres en las primeras horas tras levantarse son los que te inyectan energía para hacer tus actividades diarias, señalaron Científicos de la Universidad de Tel Aviv, que comer pastel en el desayuno ayuda a bajar de peso.
Asimismo destacaron que un buen desayuno estimula la “ghrelina”, hormona que se encarga de regular el apetito, por lo que sí incluye en tu primer plato una rebanada de tu pastel favorito, te ayudará a mantenerte en un peso saludable.