Obama busca que nuevos vínculos con Cuba sean irreversibles

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FUENTE AP
WASHINGTON.— El presidente Barack Obama aprovechará su histórica visita a Cuba para eliminar los principales obstáculos restantes que Estados Unidos mantiene a los viajes y al comercio con la isla, y procurará que la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países alcance un punto irreversible antes de que deje el cargo.

La visita de tres días que Obama efectuará el próximo fin de semana a La Habana representa la primera vez que un presidente estadounidense ponga un pie en el país caribeño en casi nueve décadas. Es también una de las últimas oportunidades del mandatario para consolidar el contrastante cambio de rumbo en la política de Washington hacia Cuba emprendido por su gobierno.

En su intento por exhibir mayor compromiso en la reanudación de los vínculos, el gobierno de Obama se dispone a disminuir aún más las restricciones y aprobar proyectos de compañías estadounidenses durante la visita, dijeron seis personas enteradas de la agenda del gobierno hacia Cuba.

Se espera que la cadena hotelera estadounidense Starwood, cuyas marcas incluyen Sheraton y Westin, reciba licencia del Departamento del Tesoro en los próximos días para operar hoteles en la isla, luego de amplias conversaciones tanto con autoridades cubanas como estadounidenses. Si se concretan estos planes, Starwood se convertirá en la primera y única compañía hotelera de Estados Unidos que efectúe negocios en Cuba.

La cadena con sede en Connecticut, que está siendo adquirida por Marriott, explora numerosas posibilidades en la isla, entre estas administrar el afamado hotel Saratoga en el centro de La Habana, dijeron las fuentes, que solicitaron el anonimato porque no están autorizadas a declarar sobre los planes.

Starwood es una de las numerosas cadenas hoteleras estadounidenses que trabajan activamente para hacer negocios en Cuba.

Starwood declinó facilitar detalles específicos, pero confirmó que presentó una solicitud de licencia ante la Oficina para el Control de los Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro a fin de que le autorice hacer negocios en Cuba a pesar de las sanciones del congreso contra la isla.

Un portavoz de Marriot dijo que la cadena también confía en que el gobierno federal “le autorice pronto” tener hoteles de esa marca en Cuba, y agregó que el director ejecutivo Arne Sorenson tiene previsto viajar a la isla con motivo de la visita de Obama.

La Casa Blanca declinó hacer declaraciones sobre cualquier posible anuncio relacionado con la política hacia Cuba o la visita de Obama. Sin embargo, subrayó que el mandatario tiene previsto reunirse en La Habana con disidentes cubanos elegidos por la Casa Blanca, no por el gobierno cubano.

El gobierno de Obama también se apresta a eliminar otro obstáculo a quienes deseen visitar Cuba, al permitir a estadounidenses a que viajen de manera independiente a la isla y no en grupos organizados.

De hecho, Obama ha flexibilizado las restricciones a los viajes al permitir a estadounidenses a que visiten Cuba por uno de 12 motivos aprobados sin que necesiten permiso específico alguno, pero con los próximos cambios en las normativas se eliminará el requisito de que lo hagan de manera organizada y con itinerarios establecidos, dijeron las personas enteradas.

Los viajes a Cuba continúan siendo complicados; en la actualidad los vuelos fletados son la única opción. El mes pasado, Estados Unidos y Cuba firmaron un acuerdo para reanudar los vuelos comerciales por primera vez en cinco décadas, medida que suscitó una avalancha de solicitudes de aerolíneas estadounidenses.

Aunque múltiples aerolíneas se disputan las codiciadas rutas para efectuar vuelos desde y hacia La Habana, hubo menos competición por trayectos hacia otros destinos como Varadero y Holguín.

El periodo para que la ciudadanía presente sus comentarios concluye el 21 de marzo —fecha que coincidirá con la visita de Obama en La Habana_, pero podrían pasar más meses para que el Departamento de Transporte conceda formalmente las nuevas rutas.

En el centro de la estrategia de Obama de ampliar los viajes a Cuba y el comercio con la isla yace la creencia de que los vínculos económicos podrían a la larga mejorar la calidad de vida de los cubanos, dijo Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional de Obama y arquitecto crucial en la política del mandatario hacia la isla.

Rhodes señaló que, entre más interactúen los estadounidenses y los cubanos, aprovechen éstos las oportunidades de negocios y accedan a información sobre el mundo exterior, el gobierno en La Habana se verá más presionado para que disminuya sus controles sobre la sociedad y mejore su respeto a los derechos humanos.