Una joven ballena separada de su madre y que se había perdido por el río Támesis cerca de Londres tuvo que ser sacrificada a raíz de un deterioro de su estado que no le permitía sobrevivir, informaron el martes los socorristas.

El lunes de madrugada los rescatistas habían desbloqueado a la cría de rorcual aliblanco, o ballena Minke, que estaba varada en una zona de compuertas para controlar el flujo de agua en el suroeste de Londres.

Pero el animal logró escapar cuando lo dirigían a una parte más profunda del río y comenzó a remontar el Támesis en lugar de nadar hacia el mar. “El estado de la ballena se deterioró en los últimos 45 minutos que estuvimos con ella”, dijo el lunes por la noche la coordinadora nacional de rescate de British Divers Marine Life Rescue (BDMLR), Julia Cable.

“No respiraba bien y no habría sobrevivido mucho más”, añadió, señalando que los veterinarios del zoológico de Londres administraron una gran cantidad de anestesia al cetáceo, que se había separado de su madre.

La cría, que medía entre tres y cuatro metros de largo, mostraba un “comportamiento preocupante” hasta el punto de que “los expertos presentes temían que no estuviera en buen estado de salud”, había dicho el domingo una portavoz del Royal National Lifeboat Institute (RNLI).

Entre las ballenas más pequeñas, el rorcual aliblanco suele alcanzar los 10 metros de longitud en la edad adulta y vive en el norte de los océanos Atlántico y Pacífico, pero se ha encontrado en lugares tan lejanos como el Ártico y el ecuador.

En enero de 2006, se encontró una gran ballena varada en el río Támesis, lo que generó un enorme interés, pero murió mientras era devuelta al mar.

Con información de AFP