Por El Diario
Tokio— Los niños juegan con su maestra afuera de la escuela cuando las sirenas comienzan a sonar de repente.
A la señal, maestros y estudiantes se tiran al suelo y esperan por nuevas instrucciones.
“Esto es un simulacro”, resuena una voz desde una bocina por todo este pueblo costero.
“Un misil ha sido lanzado”.
Momentos después, todos en el colegio corren desde el campo de prácticas al gimnasio escolar. Ellos son acompañados por adultos mayores voluntarios que se alinean junto a los niños sentados en silencio sobre el piso de madera.
Se trata del primer ejercicio de evacuación de Japón, en preparación ante un posible ataque con misiles desde Corea del Norte.
“Un misil cayó a unos 20 kilómetros de la costa de Oga dentro de aguas territoriales”, se oye desde otro altavoz.
“El daño aún no se conoce así que por favor permanezcan refugiados dentro del gimnasio”.
Al completar el simulacro, un funcionario del gobierno agradece a los participantes en el gimnasio, mientras evita cuidadosamente mencionar a Corea del Norte.
“El gobierno está haciendo lo posible por ser amistoso con los países, para que el país no dispare un misil”, dijo el consejero en jefe del gabinete, Atsushi Odani.
“Si disparan un misil, fuerzas de autodefensa tratarán de derribarlo”, añadió en referencia a las fuerzas armadas japonesas.





