Por El País
De Lindsay Lohan se puede esperar de todo. La actriz y exniña Disney un día es captada ebria o bajo los efectos de las drogas y otro tapada con ropa por completo. Por eso, estos días cuando algunos medios sugirieron que la protagonista de Chicas malas se había convertido al Islam a muchos no les pilló por sorpresa.
El rumor, alimentado por la frase Alaikum salam (que la paz sea contigo en español) escrita en su perfil de Instagram —del que además eliminó todas las imágenes— y por unas fotografías antiguas de una visita que la estrella realizó a un campo de refugiados sirios en Turquía en las que aparecía con la cabeza cubierta por un pañuelo, acapararon la atención de los tabloides del mundo.
Incluso en las redes sociales algunos seguidores del Islam le dieron una calurosa bienvenida. Sin embargo, a pesar del alboroto mediático, Lohan ha preferido guardar silencio. Acto que intensifica el rumor.
Como es habitual cuando explotan noticias como estas, portales de cotilleo como TMZ y Page Six han exprimido hasta la última “fuente cercana” para tener la declaración que confirme el rumor. Esta vez, sin embargo, lo que ha hecho el entorno de la actriz ha sido desmentirlo. Amigos cercanos a Lohan han asegurado que la actriz no se ha convertido al Islam, sino que simplemente está aprendiendo: “Lindsay quiere aprender más de las diferentes culturas y sus costumbres. De esta manera, podrá ser capaz de entender y comunicarse mejor con las personas”, explica uno de sus mejores amigos a Page Six.
La madre de Lohan, Dina, también quiso hablar del tema: “He criado a mis hijos para que sean compasivos y tengan la curiosidad por aprender de diferentes culturas. Los he educado para que respeten cualquier práctica religiosa”.