Por HuffingtonPost
Las autoridades migratorias de Estados Unidos arrestaron a un joven mexicano indocumentado, que llegó al país de niño y está protegido por un decreto que impide su deportación, justo cuando otro inmigrante detenido en circunstancias similares fue liberado.
La Unión estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) informó que Emmanuel Ayala Frutos, de 21 años y en el país desde los seis, fue arrestado hace tres días en Portland (Oregón, noroeste) sin una orden judicial.
Ayala estaba renovando su permiso de permanencia bajo el decreto DACA -Deferred Action for Childhood Arrivals- que fue firmado por el expresidente Barack Obama en 2012.
El arresto se produce poco antes de que otro joven mexicano, Daniel Ramírez Medina, fuera puesto en libertad por orden de un juez el martes, después de casi tres semanas en una prisión de la agencia de migración (ICE).
Al momento de su arresto, su estatus DACA seguía en vigor.
Estos arrestos de “dreamers”, como también se llama a los 750.000 protegidos por el decreto de Obama, preocupa a abogados y activistas migratorios, poco más de dos meses después de que el presidente Donald Trump llegara al poder.
Trump, un crítico del DACA durante la campaña, prometió deportar a 11 millones de indocumentados, así como construir un gigantesco muro en la frontera con México.
“Horrible e inhumano”
ICE llegó el domingo de mañana a la casa de Ayala y, según ACLU, le dijeron que tenían que hablar sobre su estatus DACA.
No le permitieron llevarse sus medicamentos para un desorden de bipolaridad que sufre, ni su silla de ruedas: el joven se recupera de un accidente que lo dejó seis semanas en un hospital.
“Esto es un caso horrible e inhumano”, expresó Mat dos Santos, director legal de la oficina de ACLU en Oregón, citado en una nota.
“Emmanuel debería estarse recuperando en su casa con su familia, no encerrado sin su medicación en [el centro de detención de] Tacoma. La familia dijo que ICE sólo le permitió traer su abrazadera para la pierna, pero no su andadera”, añadió.
Ayala, que fue hospitalizado dos veces en 2016 por problemas mentales, se declaró culpable en una corte por poseer y mostrar una navaja, pero el juez determinó que “no era una amenaza para la sociedad” y le ordenó tomar un programa de manejo de ira.
La portavoz de ICE, Rose Richeson, dijo a la AFP que la agencia estaba preparando un comunicado sobre el caso, que sería difundido en las próximas horas.
Primer paso
En el caso de Ramírez, los agentes de inmigración irrumpieron en su casa para detener a su padre en el marco de una investigación separada, y después afirmaron que Ramírez había confesado que pertenecía a una pandilla.
Ramírez, que no tiene antecedentes penales, negó estas acusaciones.
El martes, en una audiencia, el juez John Odell de Seattle (Estado de Washington) lo liberó bajo fianza de 15,000 dólares a la espera de nuevos procedimientos.
“Es un importante primer paso hacia la justicia para Daniel”, declaró Mark Rosenbaum, un abogado de la asociación Public Counsel y miembro del equipo legal de Ramírez.
A inicios de marzo, agentes de migración arrestaron a Daniela Vargas, una joven inmigrante argentina, que se encontraba en proceso de renovación de su DACA, que había expirado.
Vargas había participado de un acto público en el estado de Misisipi (sur) en favor de inmigrantes indocumentados, y de acuerdo con las autoridades el gesto invalidaba su pedido de renovación.
Fue liberada una semana más tarde a “discreción” de ICE y ahora deberá presentarse periódicamente ante esa instancia.
“La orden de deportación es una nube que cuelga sobre ella”, indicó recientemente su abogado, Nathan Elmore.