Por El País

Golpe de efecto de Marine Le Pen en su primer día como candidata a la segunda vuelta electoral. La líder del Frente Nacional aseguró este lunes que se ha tomado un permiso como presidenta de la formación ultraderechista para dedicarse de lleno a la campaña de cara a la cita definitiva ante las urnas del 7 de mayo. “Ya no soy más que la candidata a las presidenciales”, anunció en la cadena France 2.

El objetivo es “reunir a todos los patriotas franceses” bajo su propuesta, argumentó en el mismo día en que su rival y favorito en la carrera, el centrista Emmanuel Macron, siguió cosechando apoyos a su candidatura, entre otros del presidente saliente, el socialista François Hollande.

Su gesto de alejamiento de la formación fundada por su padre, Jean-Marie Le Pen, es un claro intento de atraer a votantes que siguen siendo reticentes a votar a un partido considerado extremo como el FN. Especialmente, una parte de la derecha que apostó por el ahora dimitido candidato de Los Republicanos, François Fillon, y que duda de a quién conceder su voto en la nueva cita electoral pese al llamamiento de la cúpula conservadora a apoyar a Macron. “Sí, hay algunos contactos en curso”, reveló Le Pen.

La candidata derechista también ha cortejado abiertamente al ultraconservador Nicolas Dupont-Aignan, uno de los “candidatos pequeños” de la primera vuelta francesa, en la que había 11 aspirantes, pero que el domingo logró un sorprendente 4,7% de los votos y se situó en sexto lugar, muy cerca del socialista Benoît Hamon (6,35%).