Pescadores han tenido que improvisar muelles con cajas de plástico y madera en la Laguna del Champayán en el municipio de Altamira, porque los niveles del agua han disminuido nuevamente de forma drástica, descubriendo el suelo de este vaso lacustre.
La pesca se ha suspendido en varios brazos de esta laguna, donde prácticamente ya no existe el líquido y ahora que está ocurriendo en este lugar, no solo se detendrá el trabajo, sino también la comunicación con todas las comunidades en los márgenes del río Tamesí.
El pasado jueves el espejo lacustre amaneció con un drástico descenso en los niveles, algo que no se había presentado anteriormente, pues la escala hidrométrica en Altamira se ubica en menos 10 centímetros, algo histórico que no había ocurrido en las peores sequías.
Son miles de personas las que pueden quedar varadas y no podrán salir para la compra de víveres, medicamentos y otros servicios, porque las lanchas que son su único medio de transporte, se atascan en el lodo y por ende, se requiere un dragado urgente.
Xóchitl Orta Colunga, residente del ejido Mata del Corral, explicó que hay canales como el que se dirige a Mata del Abra que ya están completamente cerrados porque es imposible que pasen las lanchas y solo algunas otras comunidades tienen acceso a la única salida disponible que también está a punto de desaparecer.
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Familias de la ribera del río Tamesí han quedado incomunicadas debido a los bajos niveles que se presentan en los canales de navegación y en la laguna Champayán ante la falta de lluvias.
De continuar, se puede cerrar la única entrada y salida que tienen. Tampoco podrá entrar la ayuda, porque no habrá forma de llegar hasta sus viviendas.
“De Mata de Corral a Mata del Abra ya no hay paso, está cerrado, está cerrado también el paso de Mayorazgo, está cerrada también la entrada al ejido Las Flores, es necesario que se apliquen acciones de dragado sobre los canales, ya que de este modo, se reduce el riesgo de quedar prácticamente incomunicados”.
Los pocos que han podido salir, tienen que buscar zonas un poco más profundas y el tiempo de distancia que recorren hasta el centro de Altamira es de una hora y media, cuando antes solo hacían 20 minutos en lancha.
Esto también representa un mayor gasto en combustible, ya que si gastaban 10 litros en sus traslados, ahora subió a más del doble con 25 litros y esto también merma la economía de las familias.
Por “Milenio”