La leyenda de la ciudad perversa

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Por Excélsior

Para entender la Ciudad de México, también se necesita hurgar en la historia de su vida nocturna, en sus bares, salones de baile, cabarets, antros y giros negros, esa vida que a mediados del siglo XX alcanzó su época de oro y el estigma como la capital del vicio, refugio de la inmoralidad que sostiene la leyenda oscura de urbe perversa y sicalíptica.

Aquel momento convocó a cineastas, periodistas y escritores como Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco, quienes descubrieron estos rincones de la noche en colonias como la Guerrero, Peralvillo, Nonoalco, Doctores y Obrera, que formarían la cultura mexicana y que alimentarían la nota roja y el cine de ficheras, como lo relata la historiadora Gabriela Pulido en su investigación ​​El mapa ‘rojo’ del pecado. Miedo y vida nocturna en la Ciudad de México, 1940-1950.

Mi idea original fue hacer un mapa: dónde se encontraban estos sitios, y así distinguir cómo se distribuye la ciudad en el día y en la noche. Sin embargo, las fuentes periodísticas me fueron llevando por otros temas interesantes, como los teatros y salones de baile, el pachuquismo, al tongolelismo, que dibujan la vida nocturna de muchas maneras”, comenta la historiadora en entrevista con Excélsior.

Y añade: “Desde hace tiempo tenía interés de hacer un trabajo sobre la vida nocturna en la urbe, es un tema que a muchos les gusta y existen grandes testimonios, pero pocas veces ha sido abordado por historiadores”.

Un ejemplo destacado es Monsiváis, quien denominó esos años como “la época de oro de la vida nocturna”, explica. Pero también está Emma Yanes —de la Dirección de Estudios Históricos del INAH—, que ha estudiado la vida, la cultura popular y la vida nocturna en algunas colonias del Centro, donde hace una reconstrucción de la vida cotidiana de los años 40.