Por Noticias Univision
Katy Perry se unió a la lista de cantantes, como Bruno Mars, que musicalizaron la gala 2017 de los Brit Awards. En este marco Perry interpretó su sencillo más reciente, ‘Chained To The Rhythm’, y con la ayuda de elementos escenógraficos y su vestuario hizo un guiño a la sitaución política de Estados Unidos, tras llegada de Donald Trump a la presidencia.
Para su número, la cantante utilizó un traje sastre de rayas y estuvo acompañada de dos esqueletos vestidos como el presidente de Estados Unidos y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May. Los atuendos hacían referencia a una fotografía de los mandatarios, tomada durante la visita de May a la Casa Blanca en enero de este año.
La enérgica coreografía se llevó a cabo en un escenario de bailarines con botargas de pequeñas casas —una de ellas robó cámara en redes sociales por caerse del escenario— y concluyó con Perry y Skip Marley alzando las manos en una desafiante gesto de victoria.
Perry, que fue una abierta seguidora de Hillary Clinton durante las elecciones del 2016, ha recurrido a estos gestos políticos en sus presentaciones como la ceremonia de los Grammy, en la que portó consignas (como ‘Persist’) en la ropa.
