Joyas de librería

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Por Excélsior

Elaborar un libro requiere tiempo, incluso de años. Liber Ediciones parece de otra época, sus libros surgen sin prisa, con la paciencia del artesano. “Hay ediciones que han tardado 12 años en configurarse completamente”, dice Beatriz Urrizola, directora internacional del sello español, surgido en 1989, que conjuga la bibliofilia y el arte.

Los libros de Liber son toda una empresa: sus fojas, sin coser, están hechas con papel artesanal que se pide a molinos especiales; en muchos casos utilizan fuentes diseñadas en exclusiva y siempre van protegidos en estuches forrados de piel. Profusamente acompañados de obra original, los tirajes están limitados en su mayoría a sólo 199 ejemplares y en algunas ocasiones se tiran 100 libros más en sepia que se ofrecen sólo a bibliófilos consumados.

“Los libros de bibliofilia son una práctica que en España casi no se hacía en el momento en que surge Liber. Tenían una gran presencia en el centro de Europa: en Francia, Alemania o Italia, pero en España era un género que no se había tocado”, dice la editora. Desde su nacimiento, el sello ha conformado un catálogo de casi 50 títulos; 28 años después desembarca en México en busca de coleccionistas e instituciones, públicas y privadas, interesadas en libros raros y curiosos.

El interés por llegar a México nació hace dos años. “En España tenemos un club de bibliófilos importante, que están esperando que surjan las nuevas ediciones, pero necesitábamos salir de allá; sí vendíamos algo en Europa, pero la limitación del idioma fue importante: editamos todo en español; el hecho de venir a Latinoamérica nos abría muchas puertas y elegimos México como plataforma, pues nos parece ideal para llegar a Estados Unidos y a todo el continente”, explica Urrizola.