Por Misael D´Mora
La Organización de las Naciones Unidas elabora cada año un informe llamado “Índice de Desarrollo Humano” es un indicador que, con información que brinda voluntariamente cada país, mide la desigualdad social, la esperanza de vida, los logros como país en lo educativo y en el nivel de ingreso por persona, los datos provienen tanto en zonas rurales como urbanas y todo esto en conjunto dice cuál es el grado de bienestar del individuo dentro de su país de origen.
México en breve:
La esperanza de vida es de 74 años. Entre 187 países y territorios evaluados, estamos en el lugar 61 del índice de desarrollo humano. Una cuarta parte de los hogares en México los encabeza una mujer. Más de 39 millones de personas son niños y niñas, y de acuerdo a información del gobierno de México somos 122.3 millones de habitantes y de ellos 55.3 millones son pobres (casi la mitad).
A pesar del tan ansiado cambio de poder que al fin llegó en el año 2000 con el partido Acción Nacional, los pobres siguieron en aumento: al término del mandato de Vicente Fox habían 45.5 millones en esa condición, con Felipe Calderón los necesitados también aumentaron y en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto llevamos más de 55 millones de personas en pobreza, es decir, cada año nuestra política económica genera pobres sin importar del color del partido en el poder y sin importar que tengamos crecimiento económico, porque lo cierto es que México crece, poco, pero crece económicamente, entonces ¿por qué aumenta la riqueza, aumenta el número de ricos y aumenta la cantidad de pobres? porque durante años el problema principal de nuestro modelo económico ha sido y es la repartición desigual de la riqueza.
Este es el panorama en el que crecerán los casi 39 millones de niños y niñas que ahora tenemos, mismos que en unos años demandarán educación, trabajo, servicios médicos y otros bienes básicos a los que tienen derecho desde ahora y los cuales en teoría este gobierno y los que siguen estarán obligados a garantizar porque se supone que deben administrar los recursos públicos de una manera responsable y profesional. Sin embargo, todo indica que cuando Peña Nieto deje la presidencia su sexenio habrá arrojado a otros 4.5 millones más a la carencia de recursos, es decir que para 2018 habrán casi 57 millones de pobres en todo México.
Compromisos no cumplidos
En el año 2000, México firmó y se comprometió ante la comunidad internacional a mejorar la economía, la salud y el medio ambiente de su población en un lapso de 15 años (los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas)y el plazo venció el año pasado. En concreto se obligó a cumplirle a la población infantil por lo menos tres aspectos:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
2. Lograr la enseñanza primaria universal.
3. Reducir la mortalidad infantil y materna.
¿Cómo estamos en pobreza y hambre infantiles?
Actualmente los niños, niñas y adolescentes son un grupo “altamente vulnerable a caer en pobreza” no olvidemos que ese grupo lo forman 39 millones y una buena parte de ellos están en situación de carencia, lo cual a su vez les impide acceder a las mínimas condiciones para desarrollar capacidades que después les permitan desenvolverse en otros roles sociales para romper el ciclo de la pobreza al cual prácticamente se dirigen.
Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), hasta septiembre de 2015 los niños y niñas de entre 0 y 5 años son el grupo con el menor nivel de desarrollo humano en México. Los niños entre estas edades son víctimas de la inequidad en el gasto público, pues para su desarrollo reciben menos porcentaje de dinero en comparación con otros grupos. La ONU le recomienda a México aumentar el gasto público en esta población para atender desde la temprana infancia necesidades básicas y así evitar que los rezagos se acumulen mientras esos niños van creciendo, si esto se hiciera los mexicanos en temprana infancia gozarían plenamente de sus derechos y se estaría fomentando realmente la igualdad de oportunidades para ellos.
Atender a la infancia es un aspecto básico del desarrollo humano. Descuidar a los niños limita su camino hacia la vida adulta, frena su capacidad de moverse en la escala social y los va condenando a la desigualdad radicalizada que hoy en día podemos ver en nuestro país.
Se gasta poco en niños y se gasta mal
En México de cada 10 niños entre 0 y 5 años con el menor nivel de desarrollo humano, dos reciben apenas 15.2% del gasto público, pero de acuerdo a sus niveles de carencia deberían estar recibiendo 38.6% del gasto público para que realmente pudieran tener mejores oportunidades de progreso.
En contraste, 20% de la población menor de 17 años va adquiriendo un mayor nivel de desarrollo humano y este grupo recibe 24.2% del gasto público, cuando debería estar recibiendo solamente 8.9%, es decir y en conclusión: en México le otorgamos menor cantidad de dinero a la población infantil más vulnerable, y conforme esa población va creciendo encaminándose a la independencia, les otorgamos mayor cantidad de recursos en forma de gasto público.
Educación primaria universal
De todos los niños y niñas entre 8 y 12 años que no asisten a la escuela, 5.5% son indígenas, mientras que el porcentaje de niños no indígenas que no van a la escuela es de 1.9%, es decir, en nuestro país los más desfavorecidos para ejercer su derecho a la educación son los grupos que durante décadas han sido los más vulnerables y los menos beneficiados.
Ahora bien, de los más de 50 millones de trabajadores mexicanos, se calcula que 15.7% son niños de edades entre 13 y 15 años que sólo trabajan y no asisten a la escuela.
Trabajo infantil
En México hay un buen número de niños a los cuales no les son respetados sus derechos laborales y para muestra veamos sólo el caso de la industria del vestido en Aguascalientes y Yucatán, donde aún hay lugares en los cuales los niños sufren de explotación extrema:
No tienen prestaciones.
No tienen vacaciones.
Trabajan desde su domicilio.
Ellos pagan la energía eléctrica que consumen para coser las prendas.
Ellos ponen su máquina de coser o bien con su trabajo se paga la renta de una.
Con esto el empresario se ahorra lo siguiente:
Ahorrarse la renta o compra de las instalaciones de trabajo.
Energía eléctrica.
Pago de impuestos al SAT.
Pago de las cuotas al seguro social.
En México la Ley establece que no se le puede dar trabajo a nadie entre 15 y 18 años que no tengan concluida su educación básica (salvo en casos que la autoridad laboral lo autorice). El patrón que no cumpla esta disposición debe ser encarcelado de uno a cuatro años y debe pagar una multa entre 250 y 500 veces el salario mínimo vigente.
Además la Ley Federal del Trabajo prevé lo siguiente para los menores que trabajan (aplica también para niños extranjeros sin importar si tienen estancia ilegal):
– Están prohibido que un menor trabaje horas extras, pero a los trabajadores de 15 años en adelante se les debe pagar el doble de su salario por cada hora extra trabajada.
– Los menores de 18 años no deben trabajar en actividades que pongan en riesgo su salud, su seguridad o en actividades que lastimen su moral.
– No pueden laborar en lugares que vendan alcohol o entretenimiento para adultos.
– No deben trabajar después de las 10 de la noche.
– Deben trabajar máximo 6 horas por día.
– No deben trabajar domingos ni días festivos.
– Se les debe pagara lo mismo que a un adulto conforme al salario oficial vigente.
– Tienen derecho a por lo menos 18 días de vacaciones al año pagadas.
– Deben tener seguro social.
– A partir de los 15 años pueden formar parte de un sindicato y desde los 16 pueden ser parte de su junta directiva.
Visión de la infancia en México
La guerra de Felipe Calderón contra el crimen organizado dejó alrededor de 70 mil muertos, a los cuales este presidente simplemente se refirió como el resultado de un “daño colateral” sin considerar que ello provocaría que cinco mil infantes quedaran huérfanos (sin contar los que fueron asesinados en aras de un combate a la delincuencia que hasta ahora sigue sin dar resultados trascendentes). A estos pequeños se les suma la falta de oportunidades para ir a la escuela por ejemplo, lo cual generó una descomposición social muy importante.
Trabajo materno y cuidado de los hijos
Según investigadores mexicanos, nuestro país debe hacer esfuerzos para aumentar la participación laboral de las mujeres. Como hemos dicho, una cuarta parte de los hogares son mantenidos por mujeres. Aumentar la equidad para que la mujer participe aún más en la producción de riqueza puede lograrse de dos maneras: aumentando el número y la calidad de guarderías en el país, ya que la falta de la infraestructura para el cuidado de niños pequeños es un factor para prohíbe que las mujeres puedan trabajar. Lamentablemente, el caso de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora en 2009 dejó al descubierto las deficientes políticas del IMSS y de muchas otras autoridades que tienen a su cargo el cuidado y desarrollo de la infancia en México.
Hasta la fecha, la muerte de esos 49 menores de edad que estaban bajo el cuidado de instituciones del gobierno mexicano, más lo que aquí hemos descrito sigue reflejando el limitado acceso a la justicia y la falta de compromiso con los derechos de los niños y niñas de este país.