Hace 170 años, nació el escritor irlandés Bram Stoker, quien pasó a la historia por su novela Drácula. Y una de las muchas inspiraciones que tuvo para crear este personaje fue la historia de un siniestro príncipe rumano llamado Vlad III y apodado Tepes o El empalador.
¿Quién fue este personaje de la vida real y por qué se dice que es el verdadero Drácula?
Vlad III nació alrededor del año 1428 y fue el voivode que quiere decir “prínicipe” de Valaquia, una región en la actual Rumania que se encuentra al norte del río Danubio y al sur de los montes Cárpatos. Fue el segundo hijo de Vlad II o Vlad Dracul que quiere decir El Dragón, que gobernaba Valaquia.
De joven, Vlad III y su hermano menor fueron tomados como rehenes por el Imperio Otomano, para asegurar la lealtad de su padre. A pesar de ello, Vlad II y su hijo mayor, Mircea, fueron asesinados cuando Valaquia fue invadida por el húngaro John Hyunadi en 1447, quien impuso a su hermano Vladislav en el trono.
En 1456, Vlad III invadió Valaquia y consiguió derrotar a Vladislav en batalla. Después, realizó una purga entre los boyardos de Valaquia y contra los sajones de Transilvania, quienes apoyaban a sus oponentes y a su hermano ilegítimo para ocupar el trono.
En un episodio discutido por historiadores, Vlad III en represalia por el apoyo a sus enemigos saqueó las aldeas sajonas en Transilvania, capturó a sus opositores, los llevó a Valaquia y ahí los hizo empalar
El empalamiento, a diferencia de lo que se ilustra en este grabado, era una tortura espantosa: al condenado se le maniataba y se le insertaba una estaca sin punta en el recto y ésta se clavaba en el piso, de modo que la gravedad y el propio peso del empalado hicieran que la estaca atravesara y desplazara los órganos internos. Se dice que el dolor y la agonía podían prolongarse durante días.
Crónicas de la época refieren que Vlad disfrutaba de practicar esta tortura y que, incluso como se ve en el grabado, acostumbraba cenar en medio de los condenados y de los cadáveres de sus rivales. Algunos biógrafos, sin embargo, se oponen a esta versión y sostienen que todo se debió a una campaña germana de desprestigio contra el voivode, el cual se perpetuó en los libros de historia.
En 1460, Vlad III impuso una paz momentánea en Valaquia, pero pasó sus últimos años luchando contra sus enemigos, hasta su asesinato, que sucedió a finales de 1476 o en enero de 1477, según la fuente que se consulte.
Tras su muerte, relatos exagerados y leyendas sobre su crueldad comenzaron a circular en Europa, en especial en Alemania, donde pequeñas biografías de Vlad El empalador se vendían como pan caliente. Una de estas historias fue leída por el viajero húngaro Ármin Vámbéry, quien se la contó a Bram Stoker, y el resto es historia.
Finalmente, el origen del mote de Drácula tiene que ver con el nombramiento del padre de Vlad Tepes, y es un patronímico que significa ‘hijos del Dragón’, ya que en 1431 Vlad II fue investido con la Orden del Dragón.
Con información de Milenio