“Que el derecho a la información sea salvaguardada por el Estado”
En los Artículos 6to. y 7mo. de la Constitución Mexicana, en los cuales se establecen los derechos a la libertad de expresión: “Que no se viole la libertad de escribir y publicar sobre cualquier tema”.
Además dice “Ninguna Ley ni autoridad, establezcan censura, ni exijan fianza a los autores o impresores, ni coarten la Libertad de Imprenta”.
Incluyen incisos que hablan de los límites a la libertad de escribir y publicar sobre cualquier tema o materia, que se hagan respetando la vida privada, la moral y la paz pública.
En nuestro país nos regimos por una Constitución Política, que contiene las normas establecidas para seguirlas; las cuales nos ayudan para vivir y convivir juntos, compartiendo el territorio en el cual vivimos. Nos dicen cómo debemos comportarnos y qué hacer para solucionar nuestros problemas internos. La forma en que deben funcionar los gobiernos Federal, Estatal y Municipal.
Nuestra Constitución también llamada Carta Magna, en su momento fue considera la más avanzada por todos los aspectos sociales que incluía, algo que nos enorgullecía por ser el único país del mundo que contaba con una de ese tipo.
Lamentablemente en los últimos 20 años se le han venido haciendo modificaciones y alteraciones, que lejos de ayudar a un adecuado funcionamiento solo han sido para la conveniencia de cada presidente que ha gobernado nuestro país, provocando en la sociedad una falta de respeto por su tierra, con tanto menosprecio hecho a nuestra Constitución, ¿cómo pretende el Gobierno que un pueblo conviva en orden y siga las normas y leyes?
Si el principio fundamental de los Mexicanos establecido en el Artículo 1ro. que protege los derechos humanos, las garantías individuales, es el más violado, en este momento incluso podemos dudar de su existencia.
Las leyes no se aplican por igual, la discriminación abarca hasta la decisión de a quien se le aplican las sanciones por los delitos cometidos; el compadrazgo, las familias y compromisos personales de cada gobernante y de los individuos presuntamente capacitados en la aplicación de la leyes, marcan en México a quien sí y a quienes no, se les aplica la ley.
Los artículos 6to y 7mo nunca han sido respetados, con los recovecos que deja la redacción, propician una interpretación de “Libertad de Expresión” dando origen al maltrato, persecución, desprecio y asesinato de periodistas y comunicadores. No en vano ostentamos el séptimo lugar dentro de los países más peligrosos para ejercer esta profesión.
De acuerdo a cifras mostradas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la violencia contra los profesionales de la información ha dejado hasta hoy un saldo de 109 comunicadores fallecidos, entre enero del año 2000 al 31 de Enero del 2016, estas cifras siguen en aumento, en hechos más recientes, ocurridos el pasado 25 de Abril, cuando amanecimos con la trágica noticia del asesinato de Francisco Pacheco, editor del Periódico “El foro de Taxco”.
¿Cómo podemos hablar de garantías individuales, derechos humanos, y Libertad de expresión?
“Artículo 1o.-Todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos dé conformidad con los principios de universalidad, independencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia; El estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la Ley”.
México ocupa en primer lugar en Latinoamérica como el país donde los Homicidas y autores intelectuales de los asesinatos a comunicadores, que no han sido capturados, detenidos, y menos, procesados.
Desgraciadamente los periodistas ultimados, en su mayoría nacionales se dedicaban a la información de política, corrupción y delincuencia organizada.
Nuestro país sigue siendo el más peligroso del continente Americano para ejercer el periodismo.
Crímenes que se han quedado en la obscuridad de la impunidad y la corrupción. Por ello podemos coincidir con Hannia Novell quien escribió:
“Es triste y lamentable que hoy tengamos más periodistas caídos en México, que soldados en Irak”.
¡Ciao!