En aumento casos diarreicos

En una semana se presentaron 183 nuevos casos de enfermedades diarreicas en el sur de Tamaulipas y hay un fallecimiento infantil por esta causa. La Jurisdicción Sanitaria Número Dos, reconoce que la escasez de agua puede influir en el aumento de estos padecimientos, aunque no la salinidad.

De la semana 12 del año a la 13 se pasó de 931 a 1,114 en el número de casos diarreicos, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud en el estado, donde además se observó un fallecimiento de un niño menor de cinco años.

La estadística comprende las Jurisdicciones Sanitarias con cabecera en Tampico y Altamira. La primera, que integra también a Ciudad Madero, presentó en la semana trece 930 casos, mientras la segunda que abarca hasta Aldama y González 184 para dar una suma de 1,114 enfermos.

En tanto, los siete días anteriores, se presentaron 718 y 213 respectivamente, es decir, 931 pacientes en total, según indica el reporte de la Secretaría de Salud de Tamaulipas.

Al respecto, el titular de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, Héctor Pérez Monsiváis, señaló que el alza de casos se debe principalmente a las altas temperaturas y admitió que la falta del vital líquido influye pero no el agua salada.

“Es posible que haya cambiado la composición química del agua pero no se relaciona con las enfermedades diarreicas, estas se deben más bien a las altas temperaturas que se han tenido en las últimas semanas”.
Reconoció que el agua potable ha llegado a salir turbia en los hogares, lo que admitió, también puede contribuir a estos padecimientos, aunque afirma no ha sido con frecuencia.

“Cuando el agua ha salido turbia ha sido muy ocasional, sí puede ser la causa (del aumento en los males diarreicos) pero hay que recordar que el agua de la llave nunca ha sido apta para consumo humano, quien le de ese uso tendría que hervirla por lo menos treinta minutos, no se puede beber”.
Pérez Monsiváis reiteró que la condición salina del recurso hídrico tendría que someterse a un análisis de laboratorio para determinar sus posibles efectos en la salud, aunque insistió que él no atribuiría los males diarreicos a este factor.

“Más bien a las altas temperaturas, a la falta de agua y al uso de agua no potable, porque a la gente se le hace fácil agarrar agua de lagunas”.

Destacó que la población debe ser muy cuidadosa porque en esta temporada los alimentos tienden a descomponerse muy rápido y las frutas y verduras deben ser lavadas con agua de botellón, situación que se complica en estos momentos.

POR MILENIO