
El pantoprazol podría considerarse un “primo” del omeprazol, sin embargo, es quizá menos conocido que éste y, por lo tanto, no es tan común que lo tengamos en nuestro botiquín, salvo ciertas excepciones. La pregunta es: ¿para qué sirve, tiene el mismo uso que el omeprazol para la gastritis? Te decimos cuál es su uso terapéutico y posibles efectos secundarios.
Cuando nos ataca la gastritis, una de las primeras cosas en que pensamos, es en tomar un omeprazol, pues se ha convertido en un medicamento muy popular para este padecimiento. La razón es que se trata de un inhibidor de bomba de protones, el cual ayuda a disminuir la cantidad de ácido que se produce en el estómago, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
A este grupo también pertenece el pantoprazol, mas no es tan común tomarlo sin receta médica como sucede con el omeprazol.
¿Para qué sirve el pantoprazol?
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el principal uso del pantorpazol, es tratar el daño de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD), en adultos y niños mayores de 5 años.
La función del pantoprazol es permitir que el esófago se cure y prevenir daños adicionales en quienes han sido diagnosticados con este padecimiento. Especialistas de Mayo Clinic, explican que esta enfermedad se da cuando el ácido retrocede con frecuencia al esófago (que conecta la boca y el estómago), lo cual puede irritar su revestimiento. Se le considera como tal cuando hay un reflujo leve por lo menos una o dos veces por semana o un reflujo moderado a grave al menos una vez a la semana.
Al ser un inhibidor de bomba de protones, el pantoprazol no sólo inhibe la secreción gástrica, además favorece la cicatrización de las úlceras gástricas y duodenales. Estas características también lo hacen útil en condiciones donde el estómago produce demasiado ácido, como el síndrome de Zollinger-Ellison.
¿Cómo se toma el pantoprazol?
La primera recomendación, como con cualquier medicamento, es consultar a tu médico, él debe ser quien indique la dosis y si es realmente el pantoprazol el indicado de acuerdo a tu padecimiento. Sin embargo, hay recomendaciones generales de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Esta señala que para el tratamiento y mantenimiento del reflujo gastroesofágico, suele tomarse una vez al día, mientras que en condiciones como el síndrome Zollinger-Ellison, puede ser necesario tener dos dosis diarias.
Sea cual sea el caso, una recomendación es tomarlo a la misma hora diariamente, además de apegarse a las indicaciones médicas y no elevar ni reducir la cantidad del medicamento o la frecuencia con que se toma. En caso de que no mejoren tus síntomas, lo mejor es hablar con tu médico, no te automediques.
Ojo, tampoco debes dejar de tomarlo de golpe, pues al hacerlo puedes provocar un rebote de secreción ácida, lo mejor es hacerlo poco a poco, durante alrededor de un mes.
¿Quién no deben tomar pantoprazol?
En primer lugar se encuentran aquellas personas que hayan presentado hipersensibilidad al pantoprazol u otros inhibidores de bomba de protones, como el omeprazol, lansoprazol, esomeprazol.
De igual modo, está contraindicado para quienes sufren disfunción hepática, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como niños menores de 5 años. En caso de tomar rilpivirina (tratamiento para el VIH), también puede no estar indicado.
Finalmente, hay algunos puntos que los especialistas recomiendan considerar al tomar pantoprazol, como el hecho de que su uso prolongado puede inducir el riesgo de osteoporosis o niveles bajos de magnesio en sangre. Por esta razón, si previamente has presentado niveles bajos de este mineral o de vitamina B-12, es mejor informar a tu médico.
Asimismo se ha descrito un aumento en la probabilidad de contraer gastroenteritis o neumonías adquiridas en la comunidad, según señala la Asociación Española de Pediatría.
¿Cuáles son los efectos secundarios del pantoprazol?
El libro Vademécum Académico de Medicamentos, explica que las reacciones adversas más frecuentes al tomar pantoprazol, son: dolor abdominal, diarrea, flatulencia y dolor de cabeza. En el caso de su uso pediátrico, estos coinciden, aunque también puede presentarse insomnio en los menores.
Entre los efectos menos frecuentes, están el edema facial o generalizado, mareo, fiebre, vértigo, depresión, ampollas o descamación de la piel, sarpullido, ritmo cardíaco rápido, fuerte o irregular, convulsiones, temblor incontrolable en alguna parte del cuerpo, orinar con menos frecuencia o con sangre, dolor de articulaciones, trombocitopenia (cantidad anormalmente baja de plaquetas).
En caso de presentar cualquiera de los últimos o si no ceden los considerados más comunes, solicita atención médica.
En conclusión, el pantoprazol está indicado más específicamente para la enfermedad por reflujo gastroesofágico, sin embargo, debe tomarse con precaución y no dejar de tomarlo sin antes consultar a tu médico. Recuerda que en caso de presentar acidez con mucha frecuencia, lo mejor es recibir un diagnóstico en lugar de sólo tomar antiácidos de venta libre.
POR SALUD180





