Un restaurante de langostas de Maine apuesta por el uso de la mariguana para intentar humanizar un poco el proceso de cocinar a estos crustáceos. El establecimiento, Charlotte’s Legendary Lobster Pound, en Southwest Harbor, es propiedad de un local autorizado para la venta de mariguana medicinal.
La propietaria, Charlotte Gill, colocó una langosta de prueba en una caja con unos cuántos centímetros de agua y posteriormente se sopló humo de mariguana dentro de la caja, reportó la televisora WMTW-TV.
El animal se mostró más tranquilo durante las próximas tres semanas y luego fue liberado en el mar, relató Gill. Gill planea utilizar el nuevo método a solicitud de los clientes, y posteriormente construir un estanque más grande para sedar a varias langostas a la vez. Se desconoce lo que la ciencia indica sobre si el humo de mariguana realmente calma a las langostas o si causa algún efecto en su carne.
Pero Win Watson, zoólogo de la Universidad de Nueva Hampshire, dijo que es una posibilidad que vale la pena estudiar. Si la mariguana puede influir en el comportamiento de una langosta depende de la reacción del animal a los cannabinoides, un compuesto químico de la mariguana, indicó Watson.
“Es un campo poco estudiado, y tal vez influya en otros animales”, comentó. “Creo que es posible que tengan receptores para eso y afecte su comportamiento”. Por otro lado, hay quienes piensan que las langostas no son capaces de sentir dolor o que tengan los receptores para drogarse.
Bob Bayer, director ejecutivo del Instituto de la Langosta en la Universidad de Maine, dijo al Washington Post que “probablemente no tengan la capacidad de procesar el dolor”. Y aunque sientan dolor, no sabemos si la mariguana les ayude en algo.
Dawn Boothe, profesora de farmacología en la Universidad de Auburn, explicó al sitio The Verge que no se sabe si las langostas tengan los receptores que son necesarios para interactuar con la mariguana y prevenir el dolor, ya que “algunos invertebrados tienen receptores cannabinoides y otros no”.
