Matamoros, Tamaulipas.- No fue en un Hospital Público sino en el pabellón que la organización Médicos Sin Fronteras México tiene en el gimnasio de la UAT que el octagenario causó alta tras meses de lucha.

Con los brazos en alto el paciente de la tercera edad abandonó el pabellón agradecido con médicos y enfermeras que lo atendieron en toda su estancia y quienes además le escribieron una carta para pedirle que se cuidara.

“El señor Candelario tiene 84 años y fue nuestro paciente en el Centro de Tratamiento de COVID-19 que tiene Médicos Sin Fronteras en Matamoros, México.

Pasó un larga estancia allí, pero gracias a su fortaleza y al trabajo del personal de MSF que lo atendió, fue dado de alta el pasado viernes. Como todo el equipo se encariñó con Don Candelario, le escribieron una emotiva carta que les queremos compartir”.

Por Agencias