Estamos a punto que terminen los 15 días de asueto por la Semana Santa, que se otorgaron a la mayor parte de estudiantes y trabajadores del país, y 4 de que den inicio las campañas electorales, por lo mismo, poco a poco no veremos otra cosa que temas de política, entre análisis, opiniones, entrevistas, reportajes, invadiendo todos los medios de comunicación.
Pero, salvo su mejor opinión, considero que también tenemos temas igual de importantes que nos atañen a todos y cada unos de nosotros; por ejemplo ¿qué les vienen a la mente al escuchar la palabra Renovación?
Y es que en nuestro país el 80 por ciento de los mexicanos se declaran católicos, la Semana Santa se celebró en todo el país, ese tiempo en que buscamos el perdón, reconocemos la presencia del bien y el mal en nosotros, sabiendo que somos limitados, que cometemos errores, creemos ser más de lo que somos, y somos todos tan iguales, lo único que nos hace diferentes es como reaccionamos ante la aceptación de nuestros defectos.
En Semana Santa buscamos reconciliarnos con nosotros mismos, somos capaces de recibir la vida de Dios con su resurrección, lo que nos abunda la fe y nos agranda la esperanza de vida.
Es tiempo de renovación, y si lo meditamos un poco, en esta ocasión no fue casualidad que la Primavera y la Semana Santa nos llegaran juntas.
¿Ha escuchado usted que “la primavera la sangre altera”? Al aumentar la luz solar, después de los grises días de invierno, se genera un importante cambio en el estado de ánimo de la gente, aumenta la serotonina (que no es más que una hormona, sustancia que producen las neuronas para comunicarse entre sí) esta interviene en la inhibición de la agresión, regula el mal humor, el sueño, además equilibra el deseo sexual y el apetito mediante la saciedad.
La gente siente esas ganas de salir a la calle, buscar diversión, asistir a un gimnasio, ir a fiestas, aumenta nuestra autoestima, todos nos queremos ver mejor y hasta buscamos un cambio en nuestra imagen.
En el ambiente se siente, hay algo diferente, observamos los rostros de las personas que vemos a diario y las que nos encontramos en la cotidianidad de la ciudad, en su mayoría con una sonrisa que deja ver el reflejo tal vez hasta inconsciente, de que vibramos mas fuerte, porque somos energía, esa con la que movemos esta tierra, ¡energía divina!, además la temperatura se vuelve más suave, agradable, los días, mas largos que las noches.
Con la primavera todo reverdece, los colores se vuelven más brillantes
Crece la vida, es tiempo de juventud que nos permite creer en un futuro. En esta primera de las 4 estaciones del año, mi favorita por cierto, las plantas se reproducen, se lleva acabo la polinización y con ello llega también la temporada de las alergias, aun cuando no lo vemos el polen esta en todos lados.
Llegó el buen tiempo, los que viven en el campo y del campo, les crece la esperanza, son fechas de preparar la tierra, cultivarla para obtener una mejor cosecha, ya que al término de esta estación, inicia la temporada de lluvias. Sin duda, es una época de renovación en todos los sentidos, algo que debemos valorar, pero sobre todo aprovechar.