¿De qué murieron los quemados?…

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¿De qué murieron los quemados?...
Génesis Amayrani

El pasado sábado 9 de octubre 2021, en Casa Teatro Reynosa me fui a ver una obra escrita y dirigida por Juan Munchi; debo decir que cuando salí de ahí, el nudo en la garganta me incendió el alma político-social que llevo dentro. Es una obra totalmente recomendable, mejor dicho, obligadamente recomendable, donde el panorama social que nos presenta realmente te zarandea desde fondo, esta obra gira entorno a la tragedia ocurrida en el municipio de Tlahuelilpan, en la que fallecieron 137 personas en el 2019. ¿recuerdan esa noticia?

El promocional narra a dos comadres hidalguenses que deciden dedicarse a la “nada peligrosa actividad de vender combustible de dudosa procedencia” (por no decir robado, o llamarlo HUACHICOL) y que por “mera casualidad” se encuentran con una toma clandestina de PEMETS que les cambiara la vida, “otorgándoles la oportunidad de salir de la pobreza, ser millonarias y no volver a usar el Tuzobús” 

La narrativa te da una visión cortita de lo que tratará la obra, yo sabía que iba a ser un reclamo político social, entonces por eso me dispuse a verla, pero me encontré con más. 

Y quiero contarles un poquito de lo que yo como audiencia pude ver, sentir, recordar y pensar; para comenzar el elenco de Neurodrama (IG: @neurodramaac) conformado por Scarlet Garduño, Luis Oyervides, Gabriela Gonzales, hacen una actuación apasionada e increíble, es más, ponerles una calificación como actores me parece una falta de respeto, te llevan de la risa a la razón, y de las lagrimas a la cuestión, algo que sólo los mejores pueden hacer con tremenda calidad actoral. 

Quizá a algunos les cueste trabajo creer que una obra de teatro conformada por tres personas no pudiera tener tanto valor (espero que nadie piense esto) pero tanto el staff que los apoyó, y quien los dirigió, hicieron de esa presentación en escena un llamado a la sociedad.

Aunque el albur y la picardía que caracteriza a los mexicanos se hizo presente, no le cortó para nada el mensaje principal. Y una de las frases que a mí me hicieron pensar y reflexionar fue la siguiente. 

“un día, nuestros niños comenzaron a cambiar de sueños, dejaron de querer ser bomberos, policías, doctores, maestros, para querer dedicarse a ser Huachicoleros, y nosotros callamos por miedo” me retumbó en el alma escucharlas, porque esa es la situación actual de muchas comunidades, y de muchos y muchas infantes, perder los sueños por falta de oportunidades, porque tienen que salir de casa a conseguir qué comer y con qué comer, antes que dedicarse a sus estudios. Porque el gobierno sigue beneficiando a los de arriba, y se olvida de los sueños de los que vienen, pero eso sí, juran que apoyan a la educación y perjuran que “estamos mejor”.  

En la obra cuentan como muchos infantes y adolescentes fueron obligados a entrar al mundo de la delincuencia, porque es una total realidad, y hay quien se atreve a preguntar ¿obligados? Puedo responder ¡sí! Obligados, obligados por el hambre, las cuentas, el abandono de padres, madres, entre muchas cosas más. ¿aún siguen creyendo que su burbuja de privilegios nunca se romperá? (También me lo digo a mí que muy duramente me pegó escuchar tremendas palabras, he conocido y trabajado con infantes en situación de calle, y me he olvidado a veces de mi propósito principal, inspirar un sueño y enseñarles las herramientas para poder alcanzarlo, o cualquier cosa parecida que les deje salir de la cruda realidad que viven en su mayoría) 

“Jodemos al jodido, y apoyamos al que jode” me cayó como balde de agua fría, porque quieran reconocerlo o no, la mayoría de nosotros como asalariados pertenecemos a la clase jodida, por mucho que queramos no estar en ella, y no porque nos falte que comer, sino por AGACHONES (dícese de las personas que prefieren agachar la cabeza o voltearse a poner el dedo en la llaga a las injusticias) y eso también nos deja bien jodidos. 

Cuando salieron las noticias de la explosión, las cronologías de lo sucedido, y ver como la gente se aglomeraba para llevarse una o dos o hasta tres contenedores pequeños de esa gasolina, tuvimos el descaro de criticar, y sí, no digo que nuestras criticas estuvieran mal, pero estaban dirigidas a las personas incorrectas, ninguno de los que andaba ahí ordeñaba tomas clandestinas, sino estuvieran en cualquier otro lugar, o como decían en la obra, “con las pipas listas para llenarlas” los que llevaban esa gasolina sólo era para consumo personal quizá, o en su defecto venderla y sacar unos 500 o 600 pesos, que si para unos no es nada, para otros significa el mandado de una semana. 

Nos llenamos de memes, las redes hicieron lo suyo, y ese humor negro mexicano fue trending topic nuevamente, reírnos de la muerte, y aunque es algo que adoro como cultura, considero que deberíamos ir más allá, no sé cómo aun, pero más allá de la risa de unos memes que me dejaron ver creadores de contenido increíbles.

La burbuja en la que vivimos a veces nos aleja de crudas realidades como esta, y para variar, no sólo nos aleja, nos ciega, y nos pone a joder al jodido. Por ejemplo: No recalcar los tremendos baches que hay en mi ciudad, que muchas veces nos joden los vehículos, y todavía los lideres en las administraciones se atreven a decir “tenemos un mejor Rio Bravo” ¡COMPA, POR MI CASA NO HA PASADO LA BASURA EN MESES! Y sí, estoy gritándolo, porque se supone que es un bien municipal, claramente me tocó buscar quien recoge la basura por cuenta propia y soltar de mi bolsillo para que no se me quedara más tiempo ahí y fuera algún foco de infección, mis vecinos hicieron lo mismo.

Calles principales con baches que parecen lagunas, pero qué tal, la presidencia ya cambio de color, andamos hit con el color Otoñal de temporada. Se ve bonita, definitivamente, pero háganme el favor de bajar los recursos correspondientes en tiempo y forma a donde deben estar y no embolsárselos. 

Después de mi momento de reclamo municipal, sólo quiero cerrar que más obras teatrales como éstas deberían de presentarse en México, apoyando la libre expresión y las perspectivas libres, dejándonos claro a donde debemos de tirar. 

Gracias a Neurodrama AC Teatro, y a Juan Munchi, por traer a escena esta obra, y a las actrices y actor, se lucieron, espero que en todos los lugares donde se presenten los reciban cálidamente. Búsquenlos en las redes como @Neurodramaac (Facebook, Twitter e Instagram) y si tienen oportunidad de ver esa obra, vayan, estarán por toda la República Mexicana.

Por lo demás, espero que cada publicación de té de Mujer sea confortable para ti, para mí, para todas, todos, todes, y nos permita ir abriendo los ojos más allá de nuestra burbuja de privilegio, derrocar posturas anti-derechos en nuestra propia vida y justos internamente, todo comienza por uno mismo. No olviden los complementos de su canasta básica: Leche, huevos y terapia. Les mando un abrazo feminista y lleno de gritos sociales, también les invito a seguirme en todas mis redes sociales, me encuentran como Amayrani Garza Gall (Facebook, Twitter, Instagram y Tik Tok) pueden escribirme a ellas, sus dudas, historias, inquietudes, y lo que opinas de cada idea loca que pasa por el alma de esta columnista y deja escrito en redes, al email tedemujer@gmail.com O si prefieres leer, puede hacerlo en https://tedemujer.blogspot.com/  y/o escucharme en Spotify en los podcasts de Té de Mujer.

Reciban de mí un abrazo lleno de tranquilidad. 

P.D. para quien no recuerde la tragedia, les dejo un link de la cronología