Las oficinas corporativas de Cruz Azul en Gran Sur están tomadas por la Policía capitalina. El objetivo es cumplir una orden girada por un juez en la que se ordena entregar las instalaciones al Consejo de Administración encabezado por José Antonio Marín, uno de los más férreos opositores a Guillermo Álvarez Cuevas.

A través del Agrupamiento Fuerza de Tarea, la Policía rompió las cadenas y cerrojos de las oficinas de Gran Sur.

Con ello permite el acceso a los socios opositores, quienes toman posesión del corporativo a través de un grupo de seguridad privada.

De inmediato, los socios opositores del Consejo de Administración colocan un camión de plataforma como barricada mientras ingresan para tomar posesión de las instalaciones y colocar nuevas cerraduras.

La orden:

“Para el debido cumplimiento de lo ordenado, se autoriza el uso de la fuerza pública y el rompimiento de cerraduras. Se ordena se giren los oficios de estilo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y las demás autoridades de estilo, para que auxilien al actuario ejecutor en el acto de la diligencia en caso de ser requerido. Para el debido cumplimiento de lo ordenado, se habilitan días y horas inhábiles”, se lee en la orden emitida por un juez

Esto ocurre un día después de que los socios opositores, mediante el abogado Guillermo Barradas, acudien al corporativo en Gran Sur para entregar la carta de renuncia del director general Guillermo Álvarez.

Cabe destacar que esta, no ha sido distribuida desde forma interna en la cementera, ni física ni electrónicamente.

Sin embargo, el miércoles los directivos de Cruz Azul en Gran Sur se negaron a recibir la carta e impidieron el acceso al abogado Barradas.

Esta es la segunda ocasión en menos de un año que el grupo opositor toma las instalaciones de Cruz Azul en Gran Sur a través del uso de la fuerza pública.

El pasado 28 de agosto de 2019, la toma de posesión duró algunas horas hasta que Guillermo Álvarez y los socios y empleados afines a él recuperaron el control.