Por Rodrigo Santamaría
- Suspenso
- ¿Desventaja?
Cuando todo mundo esperaba que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentará su convocatoria para elegir candidato a gobernador e inmediatamente después se dieran las renuncias, licencias y los trámites pertinentes, el instituto político salió con algo totalmente inesperado, una postergación de la decisión.
El aplazamiento que se anunció para la convocaría que originalmente saldría el 17 de enero, fu el primer indicio de que las cosas no están del todo bien al interior del partido, es decir que los jaloneos y patadas debajo de la mesa se mantienen.
Finalmente, salió la convocatoria el día 20 pero se estableció que sea hasta el día 30 de enero cuando se registre él o los candidatos, asunto por demás extraño, si se toma en cuenta que en otros estados ya se definió al candidato del tricolor, siguiendo el mismo proceso.
Lo que es una señal de que en la famosa reunión del 15 de enero, donde se firmó un pacto de unidad, no se llegó a un acuerdo y que muy probablemente la decisión habrá de tomarse una vez que el presidente Enrique Peña Nieto, el primer priista del país regrese a México de su gira por oriente Medio.
En este escenario todos tienen la misma posibilidad de ser “el bueno” y ninguno tiene algo seguro, pese a lo que se ha dicho en diferentes medios de comunicación y en las redes sociales sobre que la decisión ya fue tomada y es tal o cual “suspirante”.
Si los priistas se toman demasiado tiempo, puede que se vean en desventaja al menos momentánea, con respecto al Partido Acción Nacional (PAN), en el que hace unos minutos anunció que su candidato a la gubernatura será el aún senador Francisco García Cabeza de Vaca.
Así que mientras el suspenso se mantiene, los aspirantes se han acabado las uñas de morderlas por la tensión que esto genera y a uno que otro se le habrá ido el sueño.
Y a quienes se les fue el sueño que les había agarrado de tanto esperar por un alianza rumbo a las elecciones, fue a algunos de los militantes del PAN y muchos de los integrantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Tamaulipas, luego de que los Comités Ejecutivos Nacionales rechazarán la propuesta.
Durante el período en el que aun se hablaba de interés de ambos partidos, muchos perredistas incluso se volvieron más panistas que los propios azules, apoyando al alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantúrosas, y al senador Francisco García Cabeza de Vaca.
Lo cierto es que la alianza anunciada por PRI, Verde Ecologista y Nueva Alianza, ni siquiera se mencionaba y fueron los únicos que concretaron un acuerdo para las próximas elecciones, situación que podría ser un factor que incida en el resultado final de la contienda.
Aquí cabe preguntarse si no es una desventaja que la oposición no haya podido concretar una alianza para asegurar un triunfo que permitiera la alternancia, algo que estamos a casi cinco meses de comprobar.