Por Nelly Cantú

Mi frase que siempre comparto es “En el Camino nos encontramos” en Octubre de 2015 en un encuentro de mediadores de lecturas en la ciudad de Mérida, me encontré con un morrito norteño mediador de lectura igual que yo, Mario así de sincero y hablando fuerte como una servidora nos identificamos de inmediato, serán mis raíces regias o ese vivir en el Norte que te caracteriza. Gracias Mario Treviño por invitarme a colaborar con Primera Vuelta.

Soy Manuela Cantú Mendívil…Nelly Cantú me conocen todos,  una Tijuanense nacida en Sonora con 24 años de radicar en tierra Cachanilla, nací hace 48 años en Cajeme ciudad avecinada en el Valle del Yaqui, Sonora México. Mis padres, una sonorense muy guapa Mayita Mendívil Frias y un regio Roberto Cantú Aguirre que añora y ama ser del mero Nuevo León.

Crecí entre la ciudad y el campo cinco donde mi abuelo tenía sus tierras de cultivo, donde bien había temporadas para sembrar algodón, trigo, sorgo, frijol, la casa de mis abuelos Doña Mery y Don Neto Mendívil contaba con una huerta de naranjas, mangos, limones, yoyomos, higos, guayabas, que eran el deleite de chicos y grandes. Cumpliendo 24 años tomé maleta y enfilé camino a esta frontera de Baja California, con mi tía Elvia que ya vivía de tiempo aquí, empezó mi caminar por esta tierra que te abraza, te protege, te hace suya. Conocí a un Tijuanense galante y amoroso César Chávez C. con quien me casé y tengo dos hijos, estudiantes, trabajadores, que puedo decir, si soy su mamá. Mi profesión es asistente educativa diplomada en derechos de la infancia, obtuve una beca para intercambio de mes y medio en la ciudad de Valencia España con la Universidad y la participación de varias instituciones de ese País.

Al regreso de mi viaje a Tijuana, empecé a buscar la manera de regresarle a esta ciudad lo bueno que me ha dado, una maestra me comentó que podía ser mediadora de lectura  y comencé a ver la forma de ser parte del Programa Nacional Salas de Lectura con ello fundamos ¿Jugamos a leer? Sala de lectura itinerante con la que promuevo el fomento a la lectura por medio de actividades y talleres para niñas y niños de la comunidad. A raíz de cuatro años que empezamos esta labor, he recibido muchos regalos para el alma, grandes enseñanzas, muchas sonrisas y lecturas compartidas. Con mi Sala de Lectura me sumo a proyectos de otras asociaciones civiles para trabajar en la comunidad, en la zona este donde hay gran rezago y deserción escolar. Colaborando como promotora de la Comisión de Derechos Humanos con un círculo de lectura en la penitenciaria con las mujeres internas. Otra manera es leyendo en el transporte público, en plazas y parques en distintas zonas de la ciudad.

Hoy inicia esta nueva aventura con Primera Vuelta  “Lectores somos y en el camino nos encontramos” donde les compartiré las experiencias que obtengo cuando promuevo la lectura con el público más maravilloso que existe: la niñez.