Columna Digo Yo

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El COBAT se calienta

Por Lorena Illoldi

La primavera está recién estrenada, y los calores victorenses ya se enseñorean de los días de los capitalinos, que salen a realizar sus tareas diarias bajo los ardientes lengüetazos de un sol que calcina…

Ora verde intenso, ya semi árido y hermoso, el ecosistema de Victoria replica el carácter de su gente –o viceversa-: a veces rudos y hoscos, y en otras, cálidos, amables, obsequiosos.

La naturaleza, sabia y grandiosa, nos regaló para cubrirnos de estos solazos, lindos árboles de buena fronda para guarecerse del astro incandescente: los endémicos mezquites y guamúchiles, así como el introducido por el hombre, el conocido como Ficus, o laurel de la india, que se ha reproducido con singular alegría en nuestras tierras.

Y precisamente tres de esos ejemplares, fueron echados de menos este lunes en las calles del 18 y 19 Hidalgo, frente a las oficinas de la Dirección General del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, y en lugar de las magníficas copas de los árboles, solo se encuentran los tímidos y desolados tocones, pues los generosos árboles fueron mutilados.

Alegan, en razón que justifique la masacre vegetal, que las raíces estaban afectando el drenaje de las casas aledañas; si así fuese, ¿en qué ayuda que mochen las ramas de la planta? A mí que me expliquen…

Como si no padeciéramos calores infernales, los responsables de tan patética decisión solo nos quitaron la anhelada sombra que resguardaba el paso bajo el ardiente cielo de Ciudad Victoria, a todos los que pasamos por esa calle, así como a los trabajadores del COBAT que en esas instalaciones laboran…

Ahora sí que arden por dentro y por fuera las cosas en el COBAT, que, aún acéfalo tras la muerte de Pablo Cantú, espera ya al remplazo que tendrá la ¿fortuna? de tomar la papa caliente que es el colegio de bachilleres en nuestro estado.

Complicada la tendrá quien dicen ya se acerca a sentarse en la máxima silla de una organización que se debate entre demandas laborales masivas, desaciertos administrativos y educativos, así como las urgentes necesidades de una comunidad educativa que no sabe ni entiende de tiempos políticos o administrativos, comunidad que no sabe ni puede esperar, inmersos en la vorágine de un ambiente escolar que vive y palpita día a día, sin detenerse.

A ver quién es el bueno que se saca la rifa del tigre, digo yo…

LA CAJONERA…

1.- LA FRASE: “Me encanta el calor. Quizás porque soy una persona de termostato bajo y de afanes febriles”. Ángeles Mastretta.

2.- UN TROZO DE POESÍA: “Cada vez que aumento/ a todos les molesto,/ pero cuando me ausento/ ya no están tan contentos.// Yo no me veo, pero me siento/ soy como un fuego que quema por dentro./ Me transmito cuerpo a cuerpo/ igualando temperaturas por el mundo entero.// No me confundan,/ yo no soy el fuego, yo no soy el sol,/Soy mucho más, soy el calor”. Carrón y Bilos.

3.- MISCELÁNEOS:

DE CHILE- PURO BORREGO resultó ser el rumor de que el sub secretario de educación básica en el estado, el importado Julio Herminio Pimienta Prieto, renunciaba ipso facto, y el cubanísimo desmintió que el secretario Héctor Escobar Salazar le hubiera pedido su renuncia… (eso nomás sucedió en el imaginario del colectivo educativo que aún no olvida las afrentas pasadas).

DE DULCE- Este fin de semana hay mucho teatro en la ciudad: Foro la Columna ofrece el viernes 7 y sábado 8 de abril a las 20 h, el estreno de la comedia “Los Tramposos”, que bajo la dirección de Lorena Illoldi y con un estupendo cuadro de actores, narran las aventuras y desventuras del mundo televisivo y sus enredos, mientras que el domingo 9 de abril, en dos funciones especiales a las 17 y 19 h, recibe desde Monterrey Nuevo León el montaje interdisciplinar “Memorias de Eleonor”, dirigido por Denisse Michelle Castillo y con un texto e interpretación por Francia Perales y Félix E. Dolores Rangel.

DE MANTECA- El gran luchador Undertaker, se despide de la WWE en la edición 33 de “Wrestlemania”, en medio de una estrepitosa derrota ante Roman Reigns, quien afirma sentirse mal por decir adiós de esta manera al gran luchador Mark William Calaway, quien de modo simbólico dejó su abrigo, guantes y sombrero en el centro del ring, al tiempo que dejaba el encordado…