Por Pbro. Marco Antonio Meza-Flores
Hablar de terapia es complicado; ir, es casi un milagro. El problema radica en que estamos en un lugar en donde se piensa que sólo los “loquitos” van a buscar ayuda psicológica; sin embargo, esto está muy lejos de la realidad, pues, los que van a terapia son aquellos que necesitan ayuda profesional de alguien que puede orientarlos y caminar con ellos mientras aprender a ser sanos y a mantener su ambiente de esa forma.
La terapia psicológica es un arte, y al mismo tiempo una disciplina. No se debe confundir la idea de que porque uno es psicólogo ya puede dar terapia, en realidad no es así, uno pudo haber estudiado la carrera de psicología y salir como “psicólogo general”, pero esto no me hace ser “psicólogo clínico”, para ser clínico se necesitan herramientas más específicas, desde conocimientos de medicina, bioquímica, neurología, filosofía, cultura, historia, y otras ciencias; ser terapeuta no es ponerse una bata y dar “terapia”, no se confunda un profesionista con un profesional. El profesionista tiene un título, y habría que ver cómo lo sacó, el profesional busca cultivarse, tener su profesión al día, lee, estudia, lee y sigue estudiando (dos veces porque es importante) y también tiene un título, ¡Ok! Ya sabes que no sólo es lo básico lo que conoce un psicólogo clínico; ahora, debes definir ¿qué quieres tratar? porque tampoco un clínico es todologo (aunque algunos crean que es así), en realidad uno debe especializarse, buscar crecer en una rama, eso de intentar tratar niños, jóvenes, adultos, parejas, familias, tercera edad, adicciones… marcianos y anexas es basto, y además, no terminas nunca uno de investigar, aquellos psicólogos clínicos que dicen tratar todo, es porque no saben de nada.
Buscar ayuda profesional nos ayudará a tener un mejor contacto con uno mismo (valga la redundancia), aprenderemos a ser mejores personas y sobre todo a entender cuándo y cómo nos estamos haciendo neuróticos, histéricos o neurasténicos, la idea es ser mejores personas, entonces debemos buscar a las personas que nos pueden orientar a ser mejores (otra redundancia que vale la pena). Pero no hay que perderse, el clínico como todos los seres humanos tiene problemas, y a veces muy fuertes, pero tiene las herramientas para buscar cómo resolverlas, tiene en sus manos, una lámpara, un mapa y una brújula; esto para poder darse mejor.
La psicología es la rama que estudia la conducta del ser humano (sólo la laboral estudia la conducta de la empresa), pero la psicología clínica es la que la trata, y la ayuda es profesional y bien determinada cuando se busca un buen psicólogo clínico.
Ahora, no debemos pensar que porque es barato es malo, y viceversa, o porque tienen muchos títulos es muy bueno, a veces lo que un psicoanalista hace no me sirve a mí, pero sí a otra persona, yo necesito un Gestalt, un Humanista o un conductista. La idea es aprender a ver qué necesidad tengo.
Así que el reto es grande, necesitas ayuda en lo que tiene que ver con tu vida, tus pensamientos, tus comportamientos, etcétera, búscala; necesitas ayuda profesional llama a un psicólogo.
Caminemos juntos. Un abrazo