Por Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicólogo
El grito de la última moda en las redes sociales se llama #LadyCoralina. Pero ¿qué fue lo que paso? Pues que una muchacha estaba en su despedida de soltera y cometió el error de besar a otro muchacho, ¡claro! El “desmadre” y el alcohol son cosas que nos hacen cometer idioteces, pero ¿por qué ser tan rudos con la situación?
La mentada #LadyCoralina (que en realidad se llama Emma) hizo cimbrar en extraños y metiches sus plumas, o mejor dicho, sus teclados de computadora para juzgar, señalar, criticar y aniquilar a una joven de poco más de veinte años que pronto se casaría, pero que debido a una grabación subida por alguna de sus supuestas “amigas” hizo que Emma fuera señalada en las redes sociales, al grado de tratarla de “puta”, ¡sí, tal como se escucha! “puta”.
Después hombres y mujeres atacaron a esta joven no se equivocan? ¿Por qué la sociedad (para no llamarla suciedad) señala, critica y no se cansaron de hacerlo, pero yo me pregunto ¿acaso los que atacan e tipo de cosas y no cosas más severas como la muerte de los 47 estudiantes, las muertas de Juárez, Acteal y otras sinfín de cosas que bien podríamos poner atención y que en realidad sí afectan a todos.
Porque seamos honestos, lo que Emma hizo, a nadie más que a su relación afecta, y deberíamos ver ¿qué tipo de acuerdo existe entre la pareja antes de criticar a Emma? y en realidad y crudamente ¿qué carajos nos importa a nosotros?
¡No! La sociedad es una sociedad prejuiciosa e infantil que necesita ver los errores de otros para sentirse en plena facultad de decir “esto es bueno y esto es malo”, como si nosotros fuéramos santos que caminan por la tierra.
Es sabido que nuestra sociedad mexicana es “macha”, y como buenos “machos”, las “viejas” deben estar a nuestra disposición y alcance, ¡Puf! Tremenda estupidez que pensamos. No señores y señoras, nosotros somos personas como todos los demás que cometen errores y eso no nos hace “putas” o “putos”; la sociedad tiende a señalar los “pecadillos” de las mujeres y aplaudir los “aciertos” de los hombres, porque somos “bien machos”, ¡qué hueva no! Tener que darle gusto a una sociedad doble moral que por un lado señala a una jovencilla por un desliz, y por el otro paga la mordida al policía; que por un lado le llaman “puta” a una joven que besó a otro, y por el otro calla las golpizas que “el macho” propina a su pareja e hijos, ¡bendita sociedad!
Otra vez creo que es tiempo de reflexión, tiempo de cambio interno, tiempo de dejar de jugar a ser “los buenos” y comenzar a pensar “buenos” para qué; dejemos a esta joven señorita y comencemos a preocuparnos por cosas que realmente afectan al país, a mi ciudad, a mi colonia, hablar de “Emma” y decirle “puta”, no me hace más santo, al contrario, me hace un juez y ¿quién me puso como tal? Por ahí leí, un texto que decía: “Papá, ¿si matamos a todos los violadores y pecadores, nos quedaremos los buenos? ¡Claro que no! —Respondió el padre—. Nos quedaremos los asesinos.
Un buen amigo tiene como frase “piensa, te va a gustar”, creo que es tiempo de hacerlo realidad.
Un abrazo, y caminemos juntos.