Por Marco Antonio Meza-Flores
Teólogo y Psicólogo Clínico
¿No te ha pasado que a veces tienes miedo de hacer las cosas? ¿Crees que si las haces no te irá bien y piensas y piensas y mejor te abstienes a hacerlas? Yo creo que a todos nos ha pasado, pero quiero decirte algo importante ¡ARRIÉSGATE!
Posiblemente jamás te han dicho que el cerebro es cobarde, ¡Sí! Lo es, al cerebro lo único que le interesa es sobrevivir, pues éste no quiere arriesgarse a hacer cosas nuevas, pues lo nuevo le da pavor. Jacques Lacan, Médico, Psiquiatra y Psicoanalista francés del Siglo Veinte dice que la realidad es lo siniestro, pues es el cambio, y el ser humano le teme a cambiar, pues no puede o no sabe controlar los cambios.
Ese es uno de los grandes problemas del cambio, que no sabes ¿qué pasará? Y si le añadimos a esto, la necesidad de “tener, para hacer y entonces ser” que usa mucho el método posmodernista, las cosas se agravan, pues nos han enseñado o no aprendimos que “somos y por eso hacemos, para tener”.
Sólo recuerda cuando te decían de niño/a, “estudia para que seas alguien en la vida”, ¡cosa más absurda! Pues tú ya eres alguien desde que naciste, ahora debes estudiar para hacer cosas (trabajo) y tener lo que quieres (con dinero, de tú trabajo).
Pero no nos arriesgamos, tememos al futuro inexistente, cuando en realidad sólo deberíamos arriesgarnos porque tenemos las capacidades, sólo que no las hemos potencializado.
El miedo nos paraliza, nos mete ideas en la cabeza de “no podrás, muchos lo han intentado y no lo lograron, ¡para qué te arriesgas, es difícil! Etcétera”. Sin embargo eso es mentiroso, pues nosotros podemos, somos seres humanos con capacidades increíbles, pero no las usamos porque nos da miedo no ser parte del grupo y “fracasar”; sin embargo, el fracaso bien encaminado es un éxito, pues nos enseña, cómo no debemos hacer las cosas.
Creo que es tiempo de arriesgarse, tiempos de cambio, tiempo de decir ¡Basta! y atreverse a hacer aquellos sueños y ensueños que dejamos a un lado. Les digo a los alumnos que tengo ¿qué es lo más malo que te puede pasar? ¡Arriésgate! ¡Atrévete! Mira, la verdad es que siempre que te arriesgas aprendes; a hacer las cosas, o cómo no se hacen, pero aprendes, el arriesgarse siempre será un buen resultado.
Recuerda que el cerebro te dirá que no, a éste le encantan estar en estado tranquilo, pero debes escuchar al estómago, éste también habla, y debes guardar silencio para ser sabio y escucharlo; anda, hazlo, no pierdas el tiempo, en realidad en diez años te arrepentirás más de lo que no hiciste que de lo que hiciste, que mejor que comenzar a hacerlo.
Esa es tú encomienda, ¿qué no te atreves a hacer, pero te mueres por hacerlo? Por lo demás camina conmigo y aprenderemos juntos.